Un presupuesto oficial puede parecer un documento racional y objetivo, pero a menudo no lo es. El presupuesto es una parte clave de la contabilidad de gestión, que se centra en el uso de información financiera para la planificación y la toma de decisiones. A diferencia de la contabilidad financiera, los gerentes tienen que considerar la naturaleza humana, no solo los números, al momento de elaborar un presupuesto. Por ejemplo, los gerentes que elaboran un presupuesto pueden tener prioridades personales que sesguen los números. Los empleados que viven con el presupuesto pueden resentir los límites que les impone.
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La forma más simple y rápida para que la administración elabore un presupuesto es hacerlo de arriba hacia abajo, sin consultar los rangos más bajos. Este es un enfoque popular en corporaciones con toma de decisiones centralizada, pero puede causar problemas. Los trabajadores y los gerentes de nivel inferior pueden pensar que el presupuesto establece un estándar poco realista y resienten que se les ordene vivir de acuerdo con él. Cuando la gerencia solicita retroalimentación y comentarios de los empleados, toma más tiempo. Sin embargo, los empleados que sienten que han ayudado a establecer el presupuesto tienen más probabilidades de hacerlo funcionar.
Gerentes auto-interesados
Los presupuestos no siempre son objetivos, porque la gestión no es objetiva. Quien participa en la elaboración del presupuesto puede tener intereses creados. Por ejemplo, una jefa de departamento tiene interés en enfatizar la necesidad de recursos adicionales de su departamento y una mayor parte del dinero. Eso puede llevarlo a inflar las estimaciones del dinero que el departamento necesita o cuánto contribuye a la empresa. Un proceso efectivo de elaboración del presupuesto debe incluir un análisis objetivo suficiente que pueda superar el factor humano.
Restricciones y resentimiento
Algunos empleados sienten que un presupuesto es una forma de castigo. Los gerentes pueden usar los presupuestos para negar incluso las solicitudes razonables o penalizar a los empleados por gastar demasiado. Los trabajadores pueden sentir que no pueden hacer su trabajo correctamente debido a restricciones. Los empleados pueden volverse aún más hostiles si cumplir con el presupuesto es un estándar clave para evaluar el desempeño. Un artículo en el "Accounting Historians Journal" dice que los empleados encadenados a un mal presupuesto probablemente rellenen estimaciones y modifiquen las cifras para evitarlo.
Haciendo que funcione
Obtener los comentarios de los empleados para elaborar el presupuesto puede ayudarlos a comprometerse a hacer que funcione. También ayuda si los gerentes presentan los presupuestos como algo que ellos y su personal abordarán como un equipo, trabajando juntos. Sin embargo, los esfuerzos para involucrar a los empleados tienen que ser sinceros. Una muestra falsa de interés en la vista de los empleados o una demostración de escuchar sus inquietudes no lo eliminará.Los empleados ven a través de esos trucos, y eso los hace aún más cínicos acerca de los objetivos y decisiones de la administración.