APV, o valor presente ajustado, es una forma de medir el valor de una empresa apalancada. Si suma el valor presente neto de una organización con el valor presente de la financiación que ha tenido lugar, tendrá una mejor idea del valor real de esa empresa. Esto puede ser valioso para los gerentes financieros que buscan tomar decisiones de inversión basadas en métricas que sean lo más precisas posible.
Flexibilidad
APV es ideal para organizaciones cuya relación de deuda a capital está en constante cambio. Las compañías que pasan por muchos proyectos diferentes que requieren un uso intensivo de capital contarán, al igual que las oportunidades para llevar a cabo una compra apalancada.
Transparencia
Si bien el valor actual neto (VAN) solo analiza los elementos más visibles contenidos en los activos y pasivos, APV también analiza otros costos del mundo real que sin duda afectarán las operaciones. Esto incluye las implicaciones de declararse en bancarrota, emitir bonos y cancelar ciertos gastos como deducciones fiscales.
Compatible con los pagos de la deuda
No todos los reembolsos de deuda aparecen en las cifras que se incluyen en el cálculo del valor presente neto (VAN). Por otro lado, cualquier programa de pago de préstamos debe formar parte del APV calculado. Si una compañía está considerando la adquisición de otra, conocer esos horarios sería crucial.
Aumento de popularidad
Al momento de la publicación, solo alrededor del 11 por ciento de las empresas en los Estados Unidos utilizan APV cuando consideran la adquisición de otras compañías. Es una metodología que nació en un campus universitario y ha tardado en extenderse en popularidad. Sin embargo, su mayor precisión en el análisis del valor real de una empresa está ganando terreno entre los CFO de todo el país.