Un presupuesto es un documento que desglosa los costos de un proyecto o una operación. También puede incluir un pronóstico de ingresos para reponer los fondos para gastar. En un negocio, eso podría incluir un estimado de ventas durante el próximo año fiscal. Para un organismo gubernamental, podría ser una proyección de los ingresos fiscales. Si bien un presupuesto teóricamente permite que una organización funcione efectivamente dentro de sus posibilidades, también puede convertirse en una herramienta para partidos con agendas conflictivas en una organización comercial, política o sin fines de lucro.
Reducción del déficit
Las proyecciones recientes sobre el costo de los derechos y otros programas federales han provocado reacciones muy diferentes en el gobierno de los Estados Unidos. La mayoría de los políticos están de acuerdo en que el gobierno debe reducir el déficit. Sin embargo, sus agendas divergen en este punto. Algunos políticos han citado proyecciones presupuestarias de la OMB (Oficina de Administración y Presupuesto) como un llamamiento para eliminar o eliminar programas para reducir el déficit federal. Al mismo tiempo, otros han usado los números de la OMB como un medio para justificar los tramos de impuestos actuales, si no los aumentan en individuos ricos.
Idealismo contra realidad
Muchos planes de negocios emplean pronósticos de ventas optimistas en su presupuesto para atraer inversiones. Por ejemplo, una nueva empresa en Internet afirma que obtendrá un beneficio de $ 1 mil millones dentro de cinco años, siempre y cuando los capitalistas de riesgo le den $ 5 millones en fondos. Estos números estratosféricos pueden funcionar como un buen motivador para el equipo de ventas si reciben un porcentaje de las ganancias. Si bien una idea brillante puede permitir que una empresa logre un gran objetivo financiero, también crea problemas para el funcionario financiero que necesita administrar las operaciones diarias. Por ejemplo, si la compañía genera $ 10 millones en lugar de $ 20 millones en ingresos, el presupuesto deberá reducirse drásticamente. Los recortes presupuestarios resultantes reducirán el crecimiento de la empresa, reducirán los salarios y desmoralizarán a la fuerza laboral.
Coordinación vs. Cambio
El presupuesto de una organización puede ser un esfuerzo para coordinar las operaciones de sus diversas sucursales. Por ejemplo, el presupuesto define cómo una fábrica compra ciertos tipos de materias primas para que su fuerza laboral produzca aparatos. Sin embargo, si las ventas de widgets están en declive, la administración superior puede querer recortar los fondos en esa área y reasignarlos al diseño de otro producto que aumentará los ingresos de la empresa. Desafortunadamente, las implicaciones financieras de este cambio no se pueden estimar con precisión. Si bien la división de widgets ha hecho lo mismo durante 20 años, el equipo de diseño solo tiene un conocimiento vago de los costos de fabricación y las posibles ventas del nuevo producto. La confusión y la frustración pueden dar lugar a este escenario. Al mismo tiempo, es posible que la empresa solo pueda mantenerse en el negocio al salir del negocio de los widgets. Si bien el presupuesto debe ser una herramienta para la coordinación, también debe tener la flexibilidad para adaptarse a los cambios en un mercado en evolución.