Un sistema de recompensas totales comprende todos los esfuerzos que un empleador puede utilizar para reclutar, motivar y mantener a los empleados. Según la Fundación Grameen, un sistema de recompensas totales incluye cinco elementos: compensación, beneficios, desarrollo profesional, reconocimiento y equilibrio entre la vida laboral y familiar.
Compensación y beneficios
La compensación se refiere a las diversas formas en que un empleado gana dinero de la empresa. Por lo general, consiste en un salario base o un salario por hora, pero también puede incluir la participación en los beneficios y los bonos. Los beneficios se refieren tanto a los programas obligatorios como a las opciones del empleador. Los programas obligatorios incluyen la compensación del trabajador y el Seguro Social, mientras que las opciones del empleador incluyen el tiempo de vacaciones pagadas y los programas de pensión.
Desarrollo profesional y reconocimiento
El desarrollo profesional abarca un amplio espectro de oportunidades de aprendizaje y avance, como el reembolso de la matrícula, la tutoría y las vías de avance definidas. Por ejemplo, una empresa puede cubrir los costos para que todos en un departamento reciban acceso a un curso en línea relevante. El reconocimiento abarca desde un reconocimiento individual del trabajo bien hecho hasta un programa de reconocimiento formal, como un empleado del programa mensual o anual. Los programas formales a menudo incluyen incentivos, como una placa o un premio.
Equilibrio trabajo-vida
El equilibrio entre la vida laboral y personal se refiere a brindarles a los empleados la oportunidad de cumplir con sus obligaciones u objetivos personales. Por ejemplo, algunos empleadores permiten que los empleados lleguen temprano o se vayan tarde, para que puedan subir a sus hijos en el autobús o asistir a los eventos de sus hijos. Los empleadores también pueden establecer programas de voluntariado, ofrecer un subsidio para el cuidado infantil o proporcionar recursos para el manejo del estrés.