Los ingresos por intereses se refieren a los intereses que se acumulan con el tiempo a través de las inversiones de una empresa en instrumentos financieros. Por ejemplo, el interés ganado en bonos corporativos se cuenta como ingresos por intereses. Ciertos otros pasivos que otros deben al negocio también pueden generar intereses y ser contabilizados como ingresos por intereses. Bajo una base de efectivo, los ingresos por intereses se reconocen cuando se pagan; bajo una base devengada, los ingresos por intereses se reconocen cuando se devengan.
Contabilidad de base de efectivo
La contabilidad de base de efectivo registra los costos e ingresos de las cuentas cuando el efectivo para ellas se paga o se recibe. Como tal, mientras que los ingresos por intereses podrían haber sido ganados antes de su tiempo real de pago, un contador que trabaja bajo los supuestos de la contabilidad en efectivo no puede reconocerlo hasta que la empresa reciba el pago del dinero.
El devengo
La contabilidad devengada registra los costos e ingresos de las cuentas en el momento de su ocurrencia. Por ejemplo, aunque es posible que no se reciba el pago de los ingresos por intereses hasta varios meses en el futuro, un contador que trabaje con base devengada reconocerá los intereses como ingresos en cada período hasta que el instrumento de pago de intereses ya no genere intereses.
Reconocimiento de ingresos
El reconocimiento de los ingresos, incluidos los ingresos por intereses, en la contabilidad de valores devengados depende de dos factores. Primero, la cantidad debe haberse ganado, lo que significa que la transacción económica se ha completado. Segundo, la cantidad debe ser realizable, lo que significa que no hay razón para pensar que no se puede cobrar. Por lo tanto, los ingresos por intereses se reconocen al final de cada período, siempre y cuando el emisor del instrumento de pago de intereses no parezca probable que incurra en incumplimiento.
Contabilización de los ingresos por intereses
Al final de cada período contable, el monto de los intereses devengados se reconoce como ingreso, que luego se registra como una cuenta por cobrar en el balance de la empresa. Al momento del pago de los ingresos, la cantidad pagada se cancela del libro de contabilidad de las cuentas por cobrar y se reconoce como efectivo o cualquier efectivo equivalente utilizado para pagar el negocio.
