Cómo presentar una queja en el lugar de trabajo

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Anonim

Hay momentos en que las acciones en el lugar de trabajo significan que es hora de presentar una queja. Cómo hacerlo depende totalmente de su trabajo. Para los miembros de sindicatos y compañías más grandes, casi siempre hay una ruta establecida para presentar una queja, pero es posible que las compañías más pequeñas no tengan una política escrita. De cualquier manera, hay elementos para presentar una queja que son prácticos, aunque no están obligados por ley, independientemente de lo que dicte la política.

¿Qué es un procedimiento de reclamo?

En primer lugar, ayuda a comprender la definición de queja. Cuando un empleado tiene problemas con el lugar de trabajo, colegas o superiores, esto es una queja. Puede ser la frustración con las horas extra, el favoritismo percibido o incluso quejas más serias como fraude, condiciones inseguras y acoso sexual.

Cualquiera que sea la queja, el método para presentar la queja depende de varios factores.

Consideraciones para presentar una queja

Recuerda, hay fuerza en los números. Puede ser prudente discutir de manera discreta y discreta sus inquietudes con sus colegas. ¿Otros tienen los mismos problemas? Agruparse puede aumentar las probabilidades de éxito.

Tenga en cuenta la línea de tiempo. Para los empleos sindicales y las quejas de los empleados del gobierno, puede haber plazos estipulados en las políticas del lugar de trabajo que actúan como un estatuto de limitaciones. Es decir, espere demasiado y puede perder su derecho a solicitar una resolución. En muchas regiones, este período es de 90 días.

La documentación es útil. Si tiene correspondencia u otros elementos que puedan reforzar la credibilidad de su queja, es aconsejable tenerlos listos. Consulte los boletines de noticias de la compañía, correos electrónicos de los superiores, boletines de almuerzos e incluso su contrato para establecer una base para sus quejas.

Presentación de la queja

No se requiere legalmente presentar una queja por escrito, pero es muy prudente hacerlo. De esta manera, tendrá sus reclamaciones organizadas de manera lógica, puede evitar sentirse emocional o entorpecido en una conversación y puede incluir su documentación y otros datos.

Si usted pertenece a un sindicato, consulte con los representantes sindicales para obtener asesoramiento sobre cómo proceder. Es posible que tengan información sobre casos relacionados o precedencia que pueden ayudarlo en sus esfuerzos.

Al presentar, si la queja es contra su supervisor inmediato, a menudo es mejor llevar el problema a la siguiente persona en la cadena de mando. Es posible que se le pida que demuestre que ha intentado resolver el problema con el supervisor antes de dar este paso, pero en casos de acoso sexual o racismo, es mejor escalar el asunto en la cadena de inmediato.

¿Y entonces que?

Presentar una queja no significa que usted encontrará una resolución. Esta es la razón por la cual es importante asegurarse de que es un movimiento con el que puede vivir.

Para quejas más serias, la inacción de la compañía puede ser el momento de consultar a un abogado. Para los menos serios, será el momento de decidir si desea seguir trabajando en su trabajo o buscar en otro lugar.

¿Cuándo no se debe presentar una queja?

Presentar una queja es un gran problema. Pone en movimiento cosas que no se pueden decir ni deshacer. Las quejas frívolas pueden costarle respeto, oportunidades y buena voluntad en el lugar de trabajo.

Si, por ejemplo, tiene conflictos con un compañero de trabajo, puede afectar su experiencia cotidiana en el trabajo, pero no existe ninguna ley sobre la necesidad de ser amigable con los colegas. Presentar una queja puede empeorar las cosas. Pero si un colega te está acosando, robando tu producto de trabajo para reclamarlo como propio o acosándote sexualmente, ese es otro asunto.

Del mismo modo, presentar una queja para volver a un empleador porque no le gusta a ella es irresponsable e imprudente.

Finalmente, el rechazo de una política o una tarea no es motivo para una queja. Se supone que el trabajo es trabajo, no siempre lo disfrutarás. No disfrutar de una tarea nunca es motivo de queja por sí solo.