Cómo ganar confianza y respeto de los subordinados

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Anonim

La confianza y el respeto de los subordinados, o empleados, no vienen automáticamente con el título de trabajo de un gerente. Como cualquier otro aspecto del trabajo, debe ser ganado. Piense en cómo solía ver a sus gerentes. ¿Cómo ganaron, o dejaron de ganar, su propia confianza y respeto? En nuestra prisa por lograr una cantidad épica de tareas en un tiempo mínimo, es fácil olvidar que los empleados también son personas. Seguir estos sencillos consejos le ayudará a ganarse el respeto y la confianza de su personal.

Pase tiempo con su personal. Si bien su carga de trabajo puede requerir que pase mucho tiempo en su escritorio, recuerde que alguna vez fue un empleado regular que esperaba ver a su jefe de vez en cuando. Aunque su trabajo de oficina es importante, y sus empleados necesitan verlo trabajar en ello, trabaje para encontrar un equilibrio entre el cumplimiento de sus tareas y mantenerse en contacto con su gente.

Tómese el tiempo para escuchar. Cuando un empleado le presente una inquietud, asegúrese de escucharlo con atención y atención, permitiéndole expresar sus inquietudes. Sin embargo, si el empleado está airando airadamente, invítelo a entrar en su oficina, o al menos fuera del alcance del oído de todos los demás. El empleado no solo siente que lo escucharán, sino que también obtendrá el control de la posible destrucción de moral que podría causar su venteo, y le mostrará a los demás empleados que está dispuesto a tomar en serio sus preocupaciones.

Recuerde nunca reprender a un empleado por un error frente a otros empleados. Ayude al empleado a salvar su rostro llamándola a su oficina para discutir la situación. Intente prologar las malas noticias con buenas noticias ("Hiciste un buen trabajo en ABC. Cuando llegaste a XYZ, sin embargo, esto sucedió"), y no trates de obligarla a dar una explicación precisa. Explique qué sucedió y cuáles son las ramificaciones, y obtenga su opinión sobre la causa del problema. Luego trabaje con el empleado para asegurarse de que no vuelva a suceder.

Tenga cuidado al entregar elogios y buenas asignaciones para distribuirlos por igual entre los empleados. Sin duda, tendrá personas en su personal que le gusten más que otras y a quienes le gusten menos. No recompense el desempeño mediocre o perezoso, por supuesto. Asegúrese de que sus recompensas se basen en estándares de rendimiento verificables y nada más.

Trate la evaluación del desempeño de cada empleado individualmente. Cuando se enfrentan a la tarea de escribir una docena de evaluaciones de desempeño, por ejemplo, algunos gerentes adoptarán un enfoque de corte de cookies y los harán todos iguales para ahorrar tiempo. En cambio, evalúe el desempeño del empleado y no sus sentimientos personales sobre él. No permita que sus emociones se interpongan en el camino de ser justos con el empleado.

Consejos

  • Los empleados confían y respetan a los gerentes y supervisores que los escuchan y los tratan como individuos. Trata a cada individuo de manera justa y estarás bien.

Advertencia

Tenga cuidado de evitar entablar amistades con sus empleados. Míralos a todos como tus amigos, pero recuerda que las amistades son para fuera de la oficina. Trabajo es trabajo. Ya es bastante difícil despedir a un empleado sin tener que despedir a tu mejor amigo.