Las empresas privadas pueden no tener una oferta pública inicial glamorosa o ser el foco de las ventas de Wall Street, pero eso no significa que no puedan ser buenos lugares para trabajar. Estas compañías tienden a tener menos partes interesadas de las que preocuparse, lo que significa que tienen más libertad para enfocarse en estrategias a largo plazo en lugar de ganancias a corto plazo. Las empresas privadas pueden estar más dispuestas a considerar los deseos de los empleados cuando deciden el salario, los beneficios y los deberes relacionados con el trabajo.
Juego de números
Es posible que las empresas privadas tengan que acertar sus números y obtener ganancias, pero las métricas que rastrean son las suyas. No tienen que preocuparse, como lo hacen las empresas públicas, por satisfacer las expectativas de Wall Street. Eso significa que una empresa privada tiene más flexibilidad para determinar su presupuesto y estrategia. Los empleados pueden sentir menos presión para maximizar los beneficios de la empresa a expensas de los objetivos a largo plazo y una mayor libertad para concentrarse en áreas donde la recompensa puede no ser evidente de inmediato.
Centrarse en los empleados
Una empresa privada tiene más libertad para ser creativo y mantener felices a los empleados, ya sea a través de salarios más altos, mejores beneficios o permitir que los empleados dediquen tiempo a las tareas que aumentan sus conocimientos y habilidades, incluso si la capacitación interna no mejora inmediatamente el fondo. línea. Una empresa privada no tiene la misma presión para reducir su fuerza laboral o reducir los costos que enfrenta una empresa pública; si los propietarios de la empresa privada están dispuestos a obtener menos ganancias para mantener una fuerza laboral feliz, menos voces externas se opondrán a eso.
Enfocado en la misión
Debido a que no están tan en deuda con la influencia externa, a las empresas privadas les puede resultar más fácil mantener su misión fundacional a través de los picos y valles de la economía. Si decide trabajar para un negocio privado debido a su misión social, como dar tiempo a los empleados para que se ofrezcan como voluntarios o donar una parte de sus ganancias a organizaciones benéficas locales, sabe que un cambio en ese enfoque provendría de fuentes internas en lugar de presión externa.
Mayor estabilidad
Mientras una empresa privada tenga suficiente efectivo para operar, tiene la libertad de enfocarse en estrategias de crecimiento a largo plazo. Las empresas privadas pueden estar bajo menos presión para despedir empleados cuando los tiempos son difíciles o más dispuestos a ser pacientes con áreas de negocios que tardan mucho tiempo en florecer. También puede ser más ágil y estar listo para adaptarse a las nuevas tecnologías o a las cambiantes condiciones del mercado sin tener que preocuparse de lo que un cambio en el curso haría a los rendimientos de ese trimestre.