¿Alguna vez te has preguntado qué marcas en común tienen Tesla, Dollar Shave Club y Chipotle? Es su estrategia de producto que contribuye a su éxito global. Como propietario de una pequeña empresa, puede aprender de sus marcas favoritas y desarrollar una estrategia de productos ganadora para sus productos y servicios. Todo lo que necesita es un poco de creatividad, planificación e investigación de mercado.
¿Qué es una estrategia de producto?
Crear un producto exitoso requiere más que una gran idea. Ya sea que sea una pequeña empresa o una organización establecida, debe planificar cada paso del proceso. Es crucial que se diferencie de la competencia y que los clientes tengan una razón para elegir su marca. Ahí es donde una estrategia de producto bien pensada puede ayudar.
Piense en ello como la visión o la hoja de ruta de su producto. Describe cómo el producto se adapta al mercado, cómo complementa su negocio y quién se beneficiará de su uso. Una buena estrategia de producto trazará los pasos necesarios para dar vida a su idea y hacerla exitosa.
Aproximadamente el 70 por ciento de las organizaciones están considerando su estrategia de producto al tomar decisiones importantes. También dicen que al hacerlo, sus equipos trabajan mejor juntos. Tener una estrategia clara ayuda a definir su visión para que pueda establecer objetivos inteligentes y determinar los pasos necesarios para alcanzarlos.
Elementos clave a considerar
Una estrategia de producto efectiva servirá como un mapa de ruta y guiará sus decisiones comerciales. Su función es ayudarlo a definir y planificar las actividades de su empresa y garantizar que sus productos tengan el impacto que espera. Antes de comenzar, asegúrese de que su estrategia cubra los siguientes aspectos:
- Diseño de producto
- Características y características clave.
- Calidad
- Público objetivo
- Marca
- Posicionamiento
La estrategia debe alinearse con la visión de su empresa, los esfuerzos de marca y el ciclo de vida del producto. También debe satisfacer las necesidades de los clientes. Sus elementos centrales incluyen su visión, objetivos e iniciativas. Cada uno de estos pasos requiere un análisis en profundidad de su producto, sus competidores y su mercado objetivo.
El hecho de que tenga un buen producto no significa que sea lo que los clientes necesitan o desean. Su idea debe llenar un vacío en el mercado, diferenciarse de los demás y brindar valor real al usuario final.
Define tu vision
Lo primero que debes hacer es definir tu visión. Piense en ello como un panorama general de lo que está tratando de lograr.
Tomemos IKEA, por ejemplo. Desde sus comienzos, la empresa se esforzó "Para crear una vida cotidiana mejor para las muchas personas". Sus productos están diseñados para hacer de la casa un lugar mejor. Son elegantes y funcionales, se adaptan a cualquier presupuesto y ofrecen una calidad superior. La visión de IKEA es ofrecer productos de decoración prácticos a precios tan bajos que todos puedan pagarlos.
¿Qué esperas lograr con tus productos? ¿Quiere mejorar la vida de las personas, ayudar a las pequeñas empresas a crecer o promover la salud y el bienestar? Visualiza el futuro que estás tratando de crear. Piense a largo plazo en lugar de centrarse en las necesidades inmediatas de sus clientes objetivo.
Establecer objetivos SMART
A continuación, defina los objetivos de su producto. Estos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y sensibles al tiempo y deben estar alineados con su visión. Pregúntate a ti mismo las siguientes preguntas:
- ¿Qué quieres lograr con este nuevo producto o servicio?
- ¿Por qué importa este objetivo?
- ¿Cómo sabrás cuando se cumplan tus objetivos?
- ¿Qué se necesita para lograr tu objetivo?
- ¿Coincide con sus otras necesidades y esfuerzos?
- ¿Es este el momento adecuado para hacerlo?
- ¿Qué puedes hacer dentro de cinco semanas, cinco meses o cinco años?
Digamos que quieres lanzar un nuevo batido de proteínas que no contenga lactosa y que esté hecho con ingredientes orgánicos.
Un objetivo general sería: Queremos convertirnos en un proveedor de proteínas de primera categoría. Un objetivo INTELIGENTE podría ser: Queremos convertirnos en un proveedor líder de batidos de proteínas orgánicas, duplicar nuestra participación de mercado en un año y triplicar nuestros ingresos en dos años. Determine cómo planea alcanzar estos objetivos y qué recursos son necesarios. Considere cualquier desafío que pueda surgir en el camino.
Establecer Iniciativas Estratégicas.
No importa cuán grandes o pequeños sean sus objetivos, debe especificar el trabajo y el esfuerzo necesarios para alcanzarlos. Por ejemplo, es posible que necesite expandir sus operaciones e ingresar a nuevos mercados o cambiar a equipos más eficientes y capacitar a su equipo para lograr sus objetivos.
Volvamos al ejemplo anterior. Ya tiene una base de clientes formada por personas de más de 30 años que se preocupan por su salud y bienestar. Quizás esté vendiendo suplementos dietéticos, como multivitaminas, aceite de pescado y fórmulas deportivas.
Su nuevo batido de proteínas, que está hecho con ingredientes orgánicos, atraerá a una audiencia más específica. Desea dirigirse a personas conscientes de la salud que hacen hincapié en la calidad sobre el precio y tienen un estilo de vida activo. Tienen entre 30 y 55 años, tienen ingresos superiores a la media y practican deportes o van al gimnasio con regularidad. Por lo tanto, tendrá que reducir su audiencia y elaborar una estrategia de marketing que apunte a este mercado específico.
Enfoque al cliente vs. Enfoque del producto
Al desarrollar su estrategia de producto, debe determinar si desea centrarse en el producto real o en el cliente final. Una definición de enfoque de producto podría ser un enfoque de negocios que defina las operaciones, estrategias, métricas y desempeño de una compañía en términos de productos. Las empresas manufactureras, por ejemplo, están mejorando constantemente sus productos y adoptando las últimas tendencias para seguir siendo competitivas.
Apple, por ejemplo, es una empresa centrada en el producto. Sus productos interrumpieron el mundo de las telecomunicaciones y contribuyeron a la llamada cuarta revolución industrial. El gigante tecnológico creó un mercado que los clientes ni siquiera sabían que querían o necesitaban.
Las empresas centradas en el cliente, por otro lado, planifican sus operaciones, establecen métricas y evalúan su desempeño en términos de satisfacción del cliente. En comparación con las empresas centradas en el producto, son más flexibles en cuanto a sus ofertas y procesos. Su objetivo principal es satisfacer las necesidades y deseos de los clientes, incluso si no se alinean necesariamente con las últimas tendencias de la industria. Samsung, por ejemplo, va y viene para satisfacer las necesidades de los clientes y adaptar sus productos en respuesta al mercado.
Tomar decisiones basadas en datos
Tener acceso a datos de calidad es esencial en cada etapa del ciclo de vida del producto. Investigue otros negocios en su nicho, lea casos de estudio e historias de éxito, investigue el mercado y preste atención a las últimas tendencias de la industria. Cuanta más información tenga, mayores serán sus posibilidades de desarrollar una estrategia de producto ganadora.
Determine lo que realmente quieren sus clientes objetivo. Por ejemplo, si su objetivo es ayudar a las personas a vivir más sanas y hacer elecciones de alimentos más inteligentes, averigüe qué productos están usando actualmente y cuáles son sus puntos débiles. Quizás sus batidos de proteínas favoritos son demasiado caros, carecen de sabor o contienen ciertos aditivos que pueden presentar riesgos para la salud a largo plazo. Tal vez vienen en grandes contenedores, causando inconvenientes para aquellos que desean usarlos en el gimnasio o mientras viajan.
Recopilar comentarios de los clientes a través de encuestas y encuestas. Analizar el mercado y su tasa de crecimiento. Revise a sus competidores e intente encontrar una mejor estrategia de producto. Base sus decisiones comerciales en hechos y datos sólidos, no en suposiciones.