La rotación de empleados no es buena ni mala en sí misma. Lo que determina esto es si se trata de una rotación funcional o disfuncional. Los gerentes de recursos humanos deben entender las diferencias entre estos dos tipos de facturación para que puedan entender cómo fomentar la rotación que beneficia a la empresa en lugar de dañarla.
Rotación de empleados
La rotación de empleados es la tasa a la que los empleados abandonan una empresa anualmente. Se puede expresar como un porcentaje, al dividir el número de empleados que han dejado durante el año por el número total de empleados que estaban en la empresa al principio del año. Por ejemplo, si una empresa tiene 100 empleados a principios de año y pierde 12 empleados, tiene una tasa de rotación del 12 por ciento.
Rotación funcional
La rotación funcional se produce cuando las personas que abandonan la empresa tienen un bajo rendimiento. Esto es común en las grandes firmas de consultoría, contabilidad y abogados que emplean una filosofía "hacia arriba o hacia afuera". Los empleados en tal compañía deben desarrollarse y mejorar para ascender en las filas. Los que no pueden progresar son dejados ir. En consecuencia, estas empresas tienen una alta rotación, pero los empleados que permanecen son los mejores y los más brillantes.
Rotación disfuncional
La rotación disfuncional es exactamente lo opuesto a la rotación funcional, ya que los mejores empleados se van. Esto puede suceder por una variedad de razones, pero una causa común es un bajo potencial para avanzar. Si, por ejemplo, una empresa ocupa sus puestos directivos con candidatos externos y no los ofrece a los empleados internos, es probable que los empleados busquen oportunidades externas para avanzar.
Control de rotación
Los gerentes de recursos humanos deben fomentar la rotación funcional al intentar evitar la rotación disfuncional. Deben implementar un sistema de evaluación que pueda identificar a los estudiantes con bajo rendimiento y aquellos que sobresalen. Debería alentarse a los que tienen un bajo rendimiento a mejorar y, si no pueden, deben dejarlos ir. Los mejores empleados deben recibir oportunidades y promociones nuevas y desafiantes para que la empresa pueda conservarlas.