Benjamin Franklin dijo que si fallas en el plan, planeas fallar. Este axioma sigue siendo válido al asumir un nuevo proyecto o al desarrollar un plan de negocios para el futuro. La planificación eficaz requiere una comprensión profunda de las condiciones actuales y los objetivos futuros. Una barrera importante para una planificación efectiva comienza con una actitud personal o corporativa que teme que los cambios cambien.
Mala comunicación
Cuando la comunicación dentro o entre grupos se rompe o no existe, la planificación se vuelve inefectiva. Los planes de negocios deben describir claramente la situación actual, las metas y los objetivos, junto con las estrategias y tácticas priorizadas de manera que todos los involucrados puedan comprender. Sin una comunicación clara, la planificación conduce a la replicación del esfuerzo y las personas que trabajan con propósitos cruzados cuando deberían trabajar juntos. La mala comunicación puede ser causada por habilidades no desarrolladas, rivalidades, malentendidos del proceso de planificación o complejidad excesiva dentro de la estructura del grupo de planificación.
Resistencia al cambio
Las dificultades del proceso de planificación no siempre son el resultado de un accidente o incompetencia. A la mayoría de las personas que van a verse afectadas por el cambio no les gusta la idea y se resisten. La resistencia a la planificación para el cambio dentro de las organizaciones puede tomar la forma de simulación, socavar la moral o la oposición directa. Los planes de contingencia para acomodar la resistencia deben incluirse en cualquier proceso de planificación integral.
Recursos insuficientes
Si los planes se vuelven excesivamente ambiciosos, a veces pueden verse obstaculizados por una simple falta de recursos por parte de una empresa u organización. Esto es particularmente cierto si la planificación implica la renovación o expansión de la planta física. Los grandes planes son mucho menos costosos de crear en papel que en ladrillos y mortero, y los planificadores pueden perder fácilmente el rastro del costo final de sus planes.
Análisis de la situación
Sin un análisis honesto de la situación actual carente de emociones, la planificación no puede ser efectiva. Si no sabe dónde se encuentra, no puede trazar un mapa o planear llevarlo a donde quiere ir. Todos los planes efectivos comienzan con una revisión honesta del proyecto o la situación específica de la compañía, su competencia y un análisis de mercado de la demografía de sus clientes. Un análisis de pronóstico también puede ayudar a hacer un plan razonable que se pueda llevar a cabo.
Pensamiento creativo
La mente humana tiende a basar sus pensamientos, actividades y expectativas en lo que sucedió en el pasado. A menudo, este es un rasgo valioso, pero en un proceso de planificación puede convertirse en una responsabilidad. Si la planificación requiere el desarrollo de nuevas formas de hacer las cosas, la incapacidad de superar el pasado por parte de los planificadores puede convertirse en una responsabilidad que obstruya el pensamiento innovador. Albert Einstein dijo que las personas no pueden resolver sus problemas con el mismo pensamiento que los creó.
Problemas de inercia
La inercia es más frecuentemente un problema para organizaciones grandes y de larga data. La inercia puede ser creada por una combinación de infraestructura arcaica, modos de pensamiento calcificados, burocracia de gran tamaño y miedo al cambio. Los elementos con visión de futuro dentro de una organización que desean involucrarse en la planificación creativa pueden tener que gastar mucho tiempo y energía superando la inercia de las cosas anteriores.