En cualquier lugar de trabajo, es probable que haya una mezcla de diferentes personalidades que juntas contribuyan a la misión y los objetivos de la empresa. Las personalidades pueden tener un efecto poderoso en su actitud hacia el trabajo, influyendo en diferentes facetas de su enfoque profesional. Algunos atributos de personalidad pueden ayudarlo a convertirse en un mejor empleado; otros pueden representar desafíos a superar para mantener el profesional en el lugar de trabajo.
Motivación
Una forma en que la personalidad puede afectar su actitud hacia el trabajo es a través de la motivación. La gente trabaja por diferentes razones. Las personas con personalidades orientadas a la familia pueden trabajar para ganar un sueldo y beneficios para apoyar a sus seres queridos. Las personas de naturaleza competitiva pueden estar motivadas por la emoción de vencer a colegas y competidores. Los empleados apasionados pueden tener una actitud positiva hacia el trabajo porque les encanta trabajar en su campo o industria en particular. Los profesionales con personalidades altruistas pueden considerar que su trabajo contribuye a una mejor sociedad.
Estrés
La personalidad puede afectar la actitud hacia el trabajo con respecto al estrés. Las personas de alto octanaje pueden prosperar en un ambiente laboral estresante, competitivo o agresivo. Otros empleados pueden tener un enfoque uniforme para el estrés, no permitiendo que las presiones laborales afecten su estado de ánimo, las relaciones con los colegas o la vida personal. Algunos empleados con personalidades sensibles pueden superar la ansiedad en entornos laborales estresantes.
Relaciones interpersonales
El lugar de trabajo implica inevitablemente relaciones con otras personas, incluidos gerentes, compañeros de trabajo, proveedores, competidores, empleadores y clientes. Las personalidades pueden influir en las actitudes hacia las relaciones interpersonales en el trabajo. Las personalidades salientes pueden agradecer las oportunidades para establecer contactos, debatir, compartir ideas y relacionarse con otros profesionales. Las personalidades más solitarias pueden sentirse más cómodas trabajando solo o en pequeños grupos de personas. Los profesionales agresivos o confrontacionales pueden luchar para conectarse con otras personas.
Profesionalismo
Otra forma en que la personalidad afecta las actitudes laborales es el nivel de profesionalidad. Los bromistas y los profesionales amantes de la diversión pueden tener dificultades para mantener el nivel correcto de formalidad en el lugar de trabajo. Las personas con una personalidad casual y despreocupada pueden llegar con frecuencia tarde o no cumplir con los plazos. Las personalidades serias pueden tratar su trabajo con respeto, siguiendo estrictamente las normas y políticas de la compañía. Las personas que luchan con tendencias deshonestas pueden verse tentadas a robar suministros de oficina.
Los riesgos
Las actitudes de trabajo sobre el riesgo también pueden ser influenciadas por la personalidad. En algunos campos (por ejemplo, finanzas, inversiones o bienes raíces) el riesgo es una parte inherente del trabajo. Siempre existe la posibilidad de que el dinero, los clientes o las inversiones se pierdan. Algunas personalidades prosperan en un entorno de alto riesgo y alto nivel de adrenalina. Es posible que los individuos adversos al riesgo no se desempeñen tan bien en tales entornos, aunque los empleadores pueden equilibrar los equipos con ambos tipos de personalidad para evitar asumir un riesgo excesivo.