Un salón de belleza es un negocio que ofrece servicios como cortes de cabello, colorantes para el cabello, peinados, manicuras, pedicuras, tratamientos faciales, depilación, modelado de cejas y envolturas corporales. Los salones pueden ser de alta gama o muy discretos. Dos de los elementos más importantes de un salón de belleza son el servicio al cliente y la satisfacción del cliente. Un salón de belleza emplea a estilistas, especialistas en depilación, esteticistas, modeladores de cejas, manicuristas, facialistas y, a menudo, a un recepcionista o gerente general. El gerente general supervisa al personal y se asegura de que los clientes sean tratados bien, cómodos y satisfechos con el producto final. El gerente general también maneja las reservaciones de citas, se asegura de que todo en el salón funcione sin problemas y se asegura de que se cumplan todas las inquietudes.
Personal y entorno
Un salón de belleza debe emplear personal profesional altamente calificado y con licencia del estado. Las licencias generalmente tienen una fecha de vencimiento y deben renovarse a tiempo. El propietario o gerente del salón de belleza debe asegurarse de que todos los miembros del personal tengan licencias válidas. Un salón rentable debe ubicarse en un área estratégica con mucho tráfico peatonal para obtener y mantener una clientela sólida.El salón en sí debe ser extremadamente sanitario, limpio y bien surtido con productos como tintes para el cabello, peines, tijeras, papel de aluminio, esmalte de uñas, cera y otros productos necesarios. Debe tener una estación de lavado con champú, así como estaciones de trabajo separadas para cada miembro del personal. La limpieza del salón es muy importante ya que aumenta la reputación del salón y atrae a más clientes. Los pisos deben barrerse de todo el cabello todos los días, y las herramientas de peinado deben limpiarse después de cada uso.
Día de trabajo típico
Como cualquier otro negocio, un salón de belleza funciona brindando un servicio a los clientes. Un salón de belleza exitoso está altamente organizado con un personal calificado que puede brindar a los clientes una variedad de servicios. Las citas pueden reservarse con anticipación o los clientes pueden ingresar sin hacer una cita previa. A los clientes se les cobra el servicio inmediatamente después de su finalización, y es habitual una propina estándar del 15 por ciento. El salón generalmente intentará reservar una cita futura para los clientes antes de que se vayan. Esta práctica ayuda al salón a construir una gran clientela.