En la batalla de los sexos, las personas a menudo se encuentran en discusiones sobre las diferencias entre el liderazgo masculino y femenino. De hecho, existen diferentes perspectivas sobre este tema, desde el reconocimiento de que no existen diferencias en el estilo o la capacidad hasta las claras diferencias basadas en el género. Es importante reconocer el papel que desempeñan los diversos entornos de trabajo, así como las tendencias hacia el refuerzo positivo, la democracia o la competencia en el estilo de liderazgo.
No hay diferencia en absoluto
En algunos casos, puede que no haya diferencias percibidas en absoluto en los estilos de liderazgo entre hombres y mujeres. En otros casos, las personas pueden percibir que los hombres y las mujeres actúan de manera diferente en función de sus propias concepciones de género socialmente construidas. Las diferencias pueden tener más que ver con las aptitudes de la personalidad y los estereotipos de género que con las diferencias reales en el liderazgo debido al género.
Diferencias basadas en el entorno laboral
En algunos entornos, los hombres y las mujeres pueden ser líderes igualmente efectivos, pero también hay entornos en los que los hombres o las mujeres parecen claramente superarse entre sí. Lo hacen en sus propios entornos dominados por el género. A menudo, las mujeres son vistas como líderes en industrias que representan los intereses de las mujeres, como la salud y la educación. No son tan propensos como los hombres a ser reconocidos por sus talentos de liderazgo en los campos relacionados con las matemáticas o las ciencias. En entornos dominados por mujeres, las mujeres tienen éxito y asumen un papel más de mentora con los empleados.Los varones son vistos como líderes más fuertes en roles que requieren más "comando y control", como la justicia militar o penal.
Refuerzo positivo
Por lo general, las jefas mujeres recompensan el buen desempeño en el trabajo con más frecuencia que sus contrapartes masculinas. Al contrario de los jefes hombres que son vistos como de naturaleza más crítica, las líderes femeninas asumen un papel de apoyo, entrenando a sus empleados y aumentando su autoestima. Las mujeres tienen más probabilidades de estimular la creatividad y promover el desarrollo personal y profesional entre sus empleados.
Democracia
En general, las mujeres son percibidas como líderes más democráticas. Sus estilos incluyen el intercambio de información y la promoción del aprendizaje cooperativo. Las mujeres también comparten el poder con sus empleados, permitiéndoles ver y creer que sus opiniones son importantes. Tienen fuertes habilidades interpersonales y relacionales que los hacen parecer empáticos y efectivos para su personal. Se espera que sonrían y sean considerados, así como abiertos a la negociación.
Competencia
Los líderes masculinos representan la noción de individualidad áspera y se ajustan a los ideales de masculinidad en el lugar de trabajo. Son autocráticos, se centran en dirigir el rendimiento y encontrar soluciones al considerar las ganancias y las pérdidas. Su naturaleza competitiva puede hacer que parezcan menos prácticos y accesibles, aunque a menudo personifican un comportamiento tranquilo y fresco. Los varones son vistos como autoridades formales y con frecuencia están en la cima de la escala corporativa en industrias dominadas por mujeres altamente educadas.