En Australia, la ética empresarial se refiere no solo a si una empresa trata a sus clientes de manera justa o si es honesta acerca de sus prácticas comerciales. La ética empresarial australiana también hace hincapié en el respeto por la individualidad y la privacidad, así como en la comunicación y negociación directas y honestas. El comportamiento ético de los negocios gira en torno a ser franco, presentarse con honestidad y juzgar a alguien por acciones y habilidades, no por título o rango.
Igualdad
Los australianos valoran la igualdad, que es un principio social importante y prevalece especialmente en el mundo de los negocios. Los australianos evitan lo que llaman "síndrome de amapola alta", que se refiere a destacar entre la multitud. Evitan llamar la atención sobre sus credenciales académicas o profesionales u otros logros, y no responden bien a otros presumiendo de sus logros personales o los de sus compañías. En cambio, consideran las habilidades y el desempeño de una persona como indicadores de competencia.
Estructura corporativa
El enfoque de Australia en el igualitarismo y la individualidad influye fuertemente en la estructura y jerarquía corporativa. Los empleados pueden tener rangos más altos, pero eso no significa que necesariamente tengan más autoridad o que los empleados en los niveles más bajos tengan menos participación. La colaboración en todos los niveles es esencial para el comportamiento empresarial ético. Los gerentes de nivel superior generalmente buscan opiniones y consejos de sus subordinados, y a menudo no hay una distinción obvia entre los empleados de nivel superior e inferior. Los empleados en niveles más bajos con frecuencia tienen un considerable poder de decisión.
Roles de genero
La igualdad también es crucial cuando se trata del lugar de la mujer en el mundo de los negocios. Las mujeres trabajan en muchas de las mismas industrias que los hombres y, a menudo, ocupan cargos de autoridad. Los visitantes a Australia deben estar preparados para hacer negocios con mujeres de alto rango, lo que puede ser un choque cultural si esa no es la práctica estándar en sus propios países. Sin embargo, tratar a las profesionales con respeto es tan importante para la ética empresarial australiana como tratar a las personas como iguales, independientemente de su posición social.
Negociaciones
Ya sea una reunión informal o una negociación intensa, los empresarios australianos colocan la política de la empresa por encima de todo. Se espera que los profesionales dejen de lado sus sentimientos, centrándose en cambio en hechos, pruebas y reglas de la compañía. Las negociaciones a menudo se mueven rápidamente, y si bien los australianos son receptivos a las nuevas ideas, estas nuevas ideas deben basarse en evidencia empírica. A los empresarios australianos no les gusta un enfoque de ventas agresivo o excesivamente persuasivo, prefieren la comunicación directa sobre las intenciones de la otra persona. La negociación tampoco es bien recibida.
Privacidad y relaciones
Los australianos trazan una línea clara entre sus vidas personales y profesionales, y esperan que otros hagan lo mismo. Discutir su vida personal o hacer preguntas extremadamente personales en un entorno empresarial se considera inadecuado. Sin embargo, a los australianos les gusta establecer una relación personal con colegas y asociados, y es posible que quieran conversar un poco antes de comenzar una reunión. Sin embargo, este intercambio suele ser breve y se limita a temas neutrales como el clima o los deportes, en lugar de temas potencialmente ofensivos o controvertidos como la religión o la política.
