Para algunos consumidores de medios, las palabras "publicidad ética" pueden parecer un oxímoron, pero a la industria publicitaria realmente le importa la ética. Esto se debe en parte a que prefieren ser autorregulados en lugar de que alguien más, como un gobierno, haga la regulación por ellos. Para convencer a los gobiernos estatales de que la industria publicitaria europea no necesita regulación, sigue el Código de ética consolidado de la Cámara de comercio internacional. La adherencia al código está vigilada por una serie de organizaciones autorreguladoras en todo el continente.
Características de la publicidad ética.
Según la Comisión de Marketing y Publicidad de la Cámara de Comercio Internacional, la publicidad ética debe ser "honesta, legal, decente y veraz", y debe proporcionar "una reparación rápida y fácil cuando se producen transgresiones". La CPI también obliga a los anunciantes a ser socialmente responsables al abstenerse de incitar a la discriminación contra cualquier grupo o explotar el sufrimiento, respetar la dignidad humana y no producir anuncios que parezcan fomentar la violencia o la actividad ilegal. Las secciones más detalladas del Código ICC tratan el uso de reclamos sustanciales, testimonios veraces y comparaciones sustanciales para promover un producto.
Incentivos para los anunciantes
Se recomienda a los anunciantes que sigan el Código consolidado de ICC por una serie de organizaciones autorreguladoras. Cada organización está financiada por la comunidad publicitaria y tiene jurisdicción sobre un área geográfica o un sector publicitario en particular. Los SRO ofrecen asesoramiento a los anunciantes antes de publicar anuncios, dan autorización previa a los anuncios en países europeos donde es legalmente necesario y tratan las quejas de los consumidores. El cumplimiento de las decisiones de los SRO es en su mayoría voluntario, pero la European Advertising Standards Alliance alienta a las partes interesadas de la industria a recordar que el público solo verá a los anunciantes como autorregulables de forma creíble si los SRO son imparciales y la industria sigue sus consejos.
Preocupación especial para los consumidores infantiles
El Código Consolidado de la CCI expresa una preocupación particular por algunas cuestiones. Una preocupación es sobre el papel de los niños como consumidores de publicidad. El código estipula que los productos destinados a los adultos no deben comercializarse a los niños, y que la publicidad dirigida a los niños no debe tolerar la violencia o el comportamiento dañino. Debido a que los niños son más crédulos que los adultos, el código también advierte a los anunciantes a diferenciar entre escenarios de fantasía y la realidad cuando anuncian lo que sus productos pueden hacer.
Preocupación especial por la privacidad
Otra área de preocupación para el ICC es la privacidad del consumidor. Especialmente ahora que los profesionales de marketing pueden anunciar sus productos a través de las redes sociales, se utiliza información detallada sobre las actividades en línea de los consumidores para determinar qué consumidores obtienen qué anuncios. El ICC no prohíbe esto, aunque sí alienta a los anunciantes a recopilar datos solo para "fines específicos y legítimos", a utilizar los datos solo para esos fines y a deshacerse de ellos cuando se hayan cumplido. No proporciona más pautas sobre cuál sería una razón legítima para recopilar datos de los consumidores, pero sí especifica que los consumidores deberían poder optar por no participar si no desean que se recopilen sus datos.