La gestión estratégica está ampliamente preocupada por cómo los líderes de una organización crean e implementan objetivos. El proceso de gestión estratégica implica considerar cómo los recursos como el dinero, el personal y el tiempo afectan el entorno en el que opera la organización. Hay cuatro elementos clave del proceso de gestión estratégica: análisis ambiental, formulación de la estrategia, implementación de la estrategia y evaluación de la estrategia.
El escaneo ambiental es el paso fundamental en el proceso de gestión estratégica. Esto implica echar un vistazo deliberado a cómo Factores internos y externos. Afectar el éxito de una organización. Por ejemplo, una empresa puede ver cómo sus datos de recursos humanos, incluidas las tasas de rotación de empleados y la satisfacción del personal, tienen un impacto en el rendimiento de la organización. La misma organización también podría mirar externamente su competencia dentro de la industria para determinar en qué nivel puede competir. Esto podría implicar la creación de un EMPOLLÓN Análisis, o análisis de Fortalezas-Debilidades-Oportunidades-Amenazas. Comprender el FODA es una línea de base importante para una mayor planificación estratégica.
Una vez que una organización ha realizado su análisis ambiental e identificado sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, puede continuar formulando o redactando sus estrategias. Estos deben basarse en la mejora de las competencias clave descritas en el FODA. Por ejemplo, una organización podría querer capitalizar una nueva oportunidad de mercado o aumentar su presencia en un ámbito tecnológico particular. Lo importante a recordar es que una estrategia debe dar a la organización un sentido de direccion. Esto es lo que comúnmente se llama "dirección estratégica", lo que el entrenador de negocios Steve Robbins dice en su sitio web es sobre cómo se verá el futuro de una empresa y asegurarse de que todos sus líderes estén a bordo para llevarlo al siguiente nivel.
Una vez que se ha formulado un plan de estrategia, entonces depende del liderazgo de la organización poner esa estrategia en acción. Esto se llama implementación estratégica y se trata de crear planes de acción específicos De cómo se lograrán las estrategias. Supongamos que una empresa quiere introducir un nuevo sistema de gestión de relaciones con los clientes. Los gerentes tendrían que establecer pasos claros hacia la implementación del sistema CRM. Esto podría eventualmente convertirse en docenas de pequeños pasos que se suman para llevar a la organización a una nueva dirección. Por supuesto, uno de los elementos de una gestión estratégica adecuada es asegurarse de que todos los recursos, ya sean humanos o materiales, estén disponibles para implementar con éxito una nueva dirección estratégica.
Puede parecer que el trabajo de la organización se realiza una vez que se ha implementado con éxito un plan estratégico, pero en realidad aún queda trabajo por hacer en la evaluación de la estrategia. longevidad y eficacia. La evaluación es una parte continua del proceso de gestión estratégica porque permite a los líderes de la empresa evaluar cuantitativa y cualitativamente el impacto que la nueva estrategia ha tenido tanto en los flujos de trabajo diarios como en la dirección estratégica más amplia de la empresa. En algunos casos, incluso puede ser necesario que una organización reconsidere su estrategia y comience el proceso nuevamente.