La conversión de un sistema informático a otro puede realizarse mediante varios métodos. Una conversión paralela es aquella en la que los sistemas informáticos antiguos y nuevos se operan simultáneamente. Esto generalmente se hace para mantener el sistema antiguo disponible como respaldo hasta que el nuevo sistema esté funcionando satisfactoriamente. La conversión paralela presenta algunas ventajas, pero también tiene algunos inconvenientes.
Ejecutando dos sistemas simultáneamente
La ejecución de dos sistemas en paralelo exige el doble de recursos para realizar el mismo trabajo que un solo sistema. Esto exige más electricidad y aumenta los costos operativos. Los trabajadores también deben realizar el doble de su carga de trabajo normal para lograr la misma salida, esencialmente ingresando o cambiando los datos dos veces por cada vez que lo harían en un solo sistema para garantizar que la información permanezca idéntica entre ambos. La doble carga de trabajo ralentiza la producción, lo que aumenta el costo del producto final al disminuir la producción potencial de los trabajadores por período de trabajo pagado.
Probabilidad de errores
Los errores de entrada siempre son una posibilidad, pero cuando la cantidad de datos que se ingresan se duplica, la probabilidad de un error aumenta con ello. La probabilidad de errores también puede aumentar si los trabajadores se ven obligados a trabajar más rápido, y un error de entrada en un sistema lo desincronizará con el otro. Cuando esto sucede, los sistemas ya no son paralelos, y se debe invertir más tiempo y energía para rastrear y corregir la entrada errónea.
Ventajas de la conversión paralela
Si bien la conversión paralela tiene algunas desventajas, su atractivo principal está en el potencial de continuar las operaciones sin problemas durante el período de cambio. El nuevo sistema puede ejecutarse junto con el antiguo sistema durante semanas o meses, lo que permite descubrir cualquier problema en el nuevo sistema sin exponer a la empresa a un cierre cuando se producen problemas. Esta característica es especialmente útil cuando se adoptan nuevos sistemas o sistemas no probados que pueden requerir especialización y optimización imprevistas después de la implementación.
Estrategias de conversión alternativas
Además de la conversión paralela, existen otras estrategias de conversión. Una transición abrupta, también conocida como inmersión, implica apagar el sistema antiguo y convertirlo al nuevo en un momento predeterminado. Las conversiones abruptas generalmente se programan durante períodos prolongados de tiempo de inactividad, como los fines de semana o el comienzo de un nuevo año financiero, para descubrir y corregir cualquier problema potencial antes de que los trabajadores regresen y comiencen a usar el nuevo sistema. Una conversión de ubicación se produce cuando varias ubicaciones utilizan el mismo sistema. Una ubicación se convierte en un sitio de prueba para el nuevo sistema y, cuando los problemas se resuelven, el sistema también se implementa en todas las demás ubicaciones. Una conversión por etapas implica la implementación de actualizaciones o un nuevo sistema en etapas, y cada etapa se depura antes de que se implemente la siguiente.