Todas las compañías, sin importar cuán grandes o pequeñas sean, son administradas de alguna manera, ya sea que la función de administración esté asignada formalmente a un empleado específico o no. Incluso en compañías con culturas de trabajo más informales, acercarse a la administración desde una perspectiva estratégica a largo plazo puede aumentar las posibilidades de éxito de una empresa. La gestión estratégica es el proceso de emplear ese tipo de enfoque a gran escala y orientado a objetivos mediante el uso de tres componentes principales: análisis ambiental, formulación e implementación de estrategias y evaluación de estrategias.
Escaneo del medio ambiente
El primer paso en el proceso de gestión estratégica es el análisis del entorno, a veces denominado simplemente "análisis". Básicamente, este es un proceso de revisión y procesamiento rápidos de cualquier cosa que pueda tener un impacto en su negocio y en cómo funciona.
Los factores tanto dentro como fuera de la empresa pueden influir en un negocio. Los gerentes generalmente están familiarizados con lo que está sucediendo dentro de sus compañías, por lo que los factores internos pueden ser más obvios inicialmente. Por ejemplo, si su compañía está experimentando una tasa inusualmente alta de rotación de empleados, es un problema que la administración debe abordar. Otros tipos de factores internos incluyen números de ventas, tasas de productividad y márgenes de ganancia.
Los factores externos pueden requerir un poco más de esfuerzo para encontrar y procesar. Los gerentes inteligentes tratan de mantenerse al tanto de las noticias y los datos de la industria, ya que estos factores pueden predecir o reflejar cambios que tarde o temprano afectarán a sus compañías. Otros factores externos que deben analizarse incluyen datos generales sobre la economía, el mercado objetivo y los competidores de la empresa.
Cada uno de estos factores, internos y externos, puede convertirse en parte de un análisis FODA completo. Esta es una revisión estratégica de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de una empresa. Un análisis FODA ayuda a que la empresa obtenga una visión más precisa de cómo encaja en la industria y la economía en general e identifica los pasos que puede tomar para crecer y mejorar su salud financiera.
Formulación e implementación de la estrategia
El escaneo ambiental produce mucha información. Los gerentes estratégicos utilizan esa información y datos para formular una estrategia que se puede implementar en toda la compañía.
Un gerente estratégico desarrolla estrategias inteligentes para capitalizar las fortalezas y oportunidades identificadas en el análisis FODA. Idealmente, las estrategias seleccionadas también evitan o minimizan la importancia de las debilidades y amenazas de la empresa.
Después de que el negocio acuerda implementar la estrategia propuesta por el gerente, el gerente estratégico desarrolla un plan de acción para ejecutar esa estrategia. Cada acción o paso en el plan se asigna a un empleado o departamento específico. Estos trabajadores son responsables de cumplir con los objetivos específicos para seguir el progreso de la empresa hacia el objetivo general.
Evaluacion de estrategia
Implementar una estrategia inteligente no es suficiente por sí solo para cumplir los objetivos. Una vez que los empleados de la compañía están llevando a cabo las acciones planificadas, la compañía también debe evaluar periódicamente los resultados de esas acciones.
Como parte de su proceso, los gerentes estratégicos identifican métricas relevantes que se monitorean y evalúan cuidadosamente para asegurarse de que la empresa está en camino de cumplir sus objetivos. Por lo general, la fase de evaluación establecerá períodos de informes específicos y regulares en los que los gerentes y los líderes de equipo miden el progreso. Este tipo de enfoque programado ayuda a garantizar que nada se rompa o se pase por alto.
El proceso de evaluación de la estrategia es crucial en la gestión estratégica. Así es como los gerentes y las empresas aprenden lo que está funcionando y lo que aún debe ajustarse para lograr los mejores resultados posibles.
Comunicación continua
Cada uno de los tres componentes de la gestión estratégica requiere una comunicación excelente y coherente para garantizar que se cumplan los objetivos de la empresa.
Todas las partes interesadas en una empresa deben comunicarse bien entre sí. Idealmente, esta comunicación debería ofrecer a cada parte la oportunidad de aportar información. Esto incluye no solo a los empleados de una empresa, sino también a las partes interesadas externas relevantes. Los proveedores, líderes de la industria, clientes e incluso legisladores pueden tener un impacto en la estrategia planificada. Si ese es el caso, su entrada debe ser considerada.
Como mínimo, la empresa debe comunicar sus planes a través de los canales corporativos apropiados. La tecnología de hoy hace que sea mucho más fácil para las empresas ocupadas mantener informadas a las partes interesadas externas. Los blogs, los boletines por correo electrónico y las redes sociales significan que es más fácil que nunca comunicarse claramente con los grupos clave.