Los diagramas de flujo son la representación visual más clara de los procesos de negocios, como la fabricación o la prueba de productos. Permiten que los inversores o empleados de diferentes departamentos se informen sobre los flujos de trabajo en un formato simple y fácilmente distribuido. Los diagramas de flujo se pueden crear a mano o utilizando un software de diagrama de flujo diseñado específicamente. Una de sus aplicaciones más útiles es la de procesos paralelos, que son procesos en los que varios componentes se logran simultáneamente y que pueden ser confusos cuando se describen sin una ayuda visual.
Escriba el proceso completamente antes de comenzar la construcción del diagrama de flujo. Controle el panorama general, así como los procesos paralelos más pequeños. Defina claramente cada paso y cree un símbolo o forma para cada tipo (por ejemplo, un triángulo para procesos manuales y un círculo para documentos).
Organice su gráfico para que todos los flujos se muevan en la misma dirección para evitar confusiones. Codifica en color los procesos paralelos para que no se confundan. Evite permitir que las líneas de flujo se crucen.
Asegúrese de que cada paso en el diagrama de flujo esté diseñado de manera precisa y completa. Proporcione una clave (que se distribuirá con el diagrama de flujo) que proporcione una explicación para cada símbolo y color.