La estructura organizativa generalmente se refiere a la forma en que una empresa u organización similar organiza sus tareas, personas y técnicas. Una estructura organizativa organizada adecuadamente ayudará a proporcionar transparencia dentro de la organización, asegurando la divulgación completa y oportuna de la información. Los principales factores a considerar cuando se diseña una estructura organizativa incluyen claridad, comprensión, descentralización, estabilidad y adaptabilidad.
Claridad
Mantener la claridad dentro de una organización significa que los empleados tienen una imagen completamente clara de todos los aspectos de sus trabajos. En otras palabras, tanto los trabajadores como los supervisores deben saber cuáles son los objetivos del empleado, así como las tareas individuales que se requieren para alcanzar esos objetivos. Debe haber una claridad completa en la relación de presentación de informes, así como las fuentes de información utilizadas en el proceso de toma de decisiones. Los trabajadores en todos los niveles deben comprender el propósito, a menudo denominado la misión o visión de la organización, así como su estructura. La estructura se refiere a la relación entre los roles y responsabilidades de un empleado y los de otros dentro de la organización. Finalmente, deben existir herramientas específicas para medir los resultados para que los trabajadores sepan dónde deben concentrarse sus esfuerzos.
Comprensión
La comprensión se logra cuando todos los trabajadores saben dónde encajan dentro del panorama general de la organización en su conjunto. La infraestructura de la organización, incluidos los aspectos físicos, de comportamiento y culturales, es un elemento importante de esta comprensión. Es vital que los miembros de la gerencia tomen en consideración las acciones diarias de los trabajadores, así como la cultura organizacional subyacente, que dicta tanto sus acciones como sus reacciones.
Descentralización
En una organización centralizada, todas las discusiones y decisiones tienen lugar solo entre los gerentes de alto nivel, sin la participación de los trabajadores en los niveles más bajos. La centralización inhibe las conversaciones entre quienes realizan el trabajo diario de la empresa. La descentralización de una organización es clave porque permite y alienta la conversación abierta entre los trabajadores en todos los niveles, lo que estimula el intercambio de información que no es posible dentro de una organización centralizada. La delegación de autoridad exitosa es una forma efectiva de descentralizar la toma de decisiones dentro de una organización.
Estabilidad y adaptabilidad
Una organización bien estructurada busca cambios en el entorno y se adapta a estos cambios a propósito. Al mismo tiempo, la organización debe ser capaz de mantener la estabilidad en circunstancias inestables. Esta estabilidad y adaptabilidad simultáneas se pueden lograr a través de conexiones que solo pueden formarse entre personas a través de rutinas organizacionales. El desarrollo adecuado de la cultura y la estructura de una organización en el día a día es la clave para mantener los niveles de rendimiento a largo plazo.