El conflicto puede definirse como un desacuerdo o una lucha mental en la que las partes opuestas sienten una amenaza a sus intereses, necesidades o preocupaciones. Según esta definición, el conflicto es algo malo, una situación que debe evitarse. Generalmente cuando las personas escuchan la palabra "conflicto", ven imágenes de confrontaciones estresantes, gritos de parejas y sentimientos heridos. En realidad, el conflicto es una parte normal y, a veces, necesaria de la vida, y el conflicto positivo puede llevar a cambios constructivos.
Caracteristicas
Durante un conflicto, los participantes tienden a actuar en función de sus percepciones individuales de la situación. Las percepciones individuales y las acciones resultantes están influenciadas por los valores, creencias, experiencia, género, información, cultura y otros factores de una persona. Las respuestas de los participantes en un conflicto generalmente consisten en ideas y emociones que pueden ser fuentes poderosas de resolución de conflictos.
Estilo de competencia
Hay diferentes estilos de conflicto que pueden tener consecuencias. Un estilo de competencia generalmente eleva el nivel de amenaza que sienten los participantes, ya que se basa en un estilo agresivo de comunicación, y las necesidades de una persona se promueven por encima de las necesidades de los demás.
Acomodando el Estilo y Evitando
Un estilo de conflicto complaciente da como resultado que una persona permita que las necesidades de otros superen sus propias necesidades, en un esfuerzo por preservar las relaciones. Acomodarse también se conoce como "suavizar" y se usa a menudo en un esfuerzo por ser diplomático. Evitar es más una reacción al conflicto que un estilo de resolución de conflictos. Con la evitación, los conflictos tienden a empeorar a medida que los sentimientos y las opiniones no se expresan hasta que las relaciones se destruyen gradualmente.
Estilo comprometedor
Las personas que participan en un estilo comprometedor de resolución de conflictos a menudo se sienten insatisfechos y aún no comprenden las opiniones de los demás participantes. Aunque el enfoque generalmente consiste en que todos los participantes reciben y entregan una serie de compromisos, puede resultar en una falta de confianza y evitar futuros esfuerzos de colaboración.
Estilo colaborativo
Un estilo de colaboración es más probable que resulte en una resolución positiva del conflicto. Implica tomar en cuenta las necesidades de todos los participantes y trabajar hacia un objetivo común, lo que idealmente resulta en una solución “ganar-ganar” para todas las partes involucradas. Este estilo requiere cooperación y comunicación asertiva (no agresiva) para encontrar una solución mejor que la que cualquier participante podría haber encontrado solo. Permite pensar fuera de la caja y aceptar nuevas ideas y posibles soluciones.
Habilidades
El conflicto puede ser positivo con las habilidades de manejo y resolución de conflictos necesarias. Aprender a mantenerse relajado y concentrado durante el conflicto puede ayudar a los participantes a reconocer y manejar sus propias emociones, lo que ayuda a permitir una comunicación más efectiva. Parte de la información más importante intercambiada durante el conflicto se comunica de manera no verbal. Conocer y mejorar las habilidades de comunicación no verbal ayuda a los participantes a responder de manera tal que se genere confianza. El uso del humor puede difundir un momento tenso de conflicto al reducir la ira y poner la situación en perspectiva.
Identificación
El conflicto positivo se caracteriza por la capacidad de los participantes para reconocer y responder a los problemas que son importantes para las otras personas involucradas. Una descripción de conflicto positivo incluye la voluntad de perdonar y olvidar. Significa tener la capacidad de buscar un compromiso y evitar "castigar" a los demás participantes. Finalmente, el conflicto positivo implica la creencia de los participantes de que se puede encontrar una resolución que respalde las necesidades de todas las partes involucradas.