Las empresas suelen examinar los cambios en la economía cuando planifican para el futuro. Es especialmente importante seguir los cambios en el gasto de los consumidores porque pueden desacelerar la economía o acelerarla. Los aumentos en el gasto del consumidor generalmente alientan a las empresas a invertir más en empleos, equipos y recursos. La función de consumo es una fórmula económica que conecta el consumo total y el ingreso nacional bruto. La función de consumo permite a las empresas y otros realizar un seguimiento y predecir el gasto general y su impacto en la economía.
Propósito de la fórmula de función de consumo
El economista británico John Maynard Keynes creó la fórmula de la función de consumo, que calcula el gasto del consumidor en función de los ingresos y los cambios en el ingreso: el gasto aumenta o disminuye en proporción al ingreso. La función de consumo determina el gasto del consumidor basado en tres factores.
Consumo autónomo
El gasto esencial, como en comida, ropa o vivienda, ocurre incluso sin ingresos. Tales gastos pueden provenir de ahorros o de préstamos. La fórmula de la función de consumo supone que dicho consumo autónomo permanece constante.
Propensión marginal al consumo
Keynes asumió que el consumo no aumenta al mismo ritmo que el ingreso. Cuando las personas obtienen más dinero, gastan un poco y ahorran el resto. La propensión marginal al consumo es la porción de cada dólar adicional que un consumidor gasta. Las personas de bajos ingresos tienden a gastar una mayor proporción de sus ingresos adicionales. Las personas con mayores ingresos ahorran un mayor porcentaje.
Ingreso disponible
La función de consumo considera la cantidad de ingresos que los consumidores tienen que gastar después de los impuestos. Esto incluye el dinero que gastarán en facturas. Este total cambia a medida que las personas ganan más dinero, como cuando sus empleadores aumentan sus salarios o cuando ganan menos, como cuando las empresas reducen los salarios o despiden trabajadores.
Fórmula de función de consumo
La función de consumo se calcula multiplicando primero la propensión marginal a consumir por ingreso disponible. El producto resultante se agrega luego al consumo autónomo para obtener el gasto total. Como una ecuación en la que C = gasto del consumidor; A = consumo autónomo; M = propensión marginal al consumo; D = ingreso disponible real, es: C = A + MD.
Implicaciones economicas
Las empresas y otros, como los responsables de la formulación de políticas fiscales, pueden proyectar cambios en el gasto del consumidor en función de los cambios en uno o más de los factores en la función de consumo. Por ejemplo, dado que es probable que las personas con bajos ingresos gasten un mayor porcentaje de cualquier ingreso adicional, es probable que gasten más dinero si se reducen sus impuestos sobre la renta porque aumentarán sus ingresos disponibles. Sin embargo, las personas con ingresos más altos probablemente ahorrarían una parte más grande del ingreso adicional que obtendrían de un recorte de impuestos.