El flujo de efectivo operativo se refiere al cambio neto en el efectivo de su compañía durante un período determinado, basado únicamente en las actividades comerciales principales. Los acreedores tienen interés en su flujo de caja operativo al decidir si está bien posicionado para asumir una deuda adicional.
Fórmula básica
La fórmula básica para el flujo de caja operativo es ganancias antes de intereses e impuestos, o EBIT, más depreciación y menos impuestos. Esta ecuación refleja el flujo de efectivo que genera a partir de las ganancias periódicas, mientras se ajusta por el hecho de que la depreciación no es un gasto en efectivo y los impuestos crean una salida de efectivo. Como ejemplo, suponga que su compañía obtuvo $ 150,000 en EBIT durante el trimestre anterior. La depreciación fue de $ 10,000 y los impuestos de $ 35,000. Por lo tanto, el efectivo operativo es igual a $ 150,000 más $ 10,000, menos $ 35,000, que es de $ 125,000.
Implicaciones del flujo de efectivo
El flujo de efectivo operativo es una de las pocas herramientas utilizadas por los acreedores para evaluar su capacidad de préstamo. En general, un fuerte flujo de efectivo operativo durante varios períodos refleja su capacidad para asumir deudas o gastos adicionales. Un flujo de efectivo operativo bajo o negativo dificultaría que un acreedor justifique un préstamo. Invertir en expansión o diversificación es una alternativa a asumir nuevas deudas con un fuerte flujo de caja.