A muchos jefes no les gusta reprender a los empleados porque parece una proposición de no ganar que lleva al resentimiento de los empleados, a la insubordinación potencial y a la moral disminuida. Sin embargo, hay momentos en que es inevitable. Los jefes iluminados saben cómo convertir esas circunstancias en una oportunidad para la educación y el crecimiento.
Llame al empleado discretamente a su oficina o sáquelo a un lado. Es mejor reprender a un empleado en privado, no frente a sus compañeros de trabajo. Intenta no hacer una gran escena cuando le pidas que venga a hablar contigo; Tal vez el envío de un correo electrónico es una estrategia efectiva.
Use palabras positivas y no culpe. En lugar de decir: "No recibió esos informes a tiempo y, por su culpa, me estoy metiendo en problemas con mi gerente", diga algo así como: "Agradecería que pudiera recibir sus informes a tiempo. El futuro. Cuando alguien llega tarde, todo el equipo se queda atrás y luego los grandes jefes se enojan ".
Sugiera formas en que el empleado podría evitar tales problemas en el futuro. Dígale siempre qué puede mejorar sin dejar de lado su trabajo. Por ejemplo, intente decirle: "Realmente me gustó la forma en que motivó a los otros empleados con los que trabajó en ese proyecto, pero recuerde que también debe ser un jugador de equipo". Esto es crítico en la reprimenda constructivamente, y sigue con el Paso 2.
Dale la oportunidad de contar su lado de la historia. Tienes que usar tu juicio aquí; Si el empleado tiene un historial de excusas, no confíe demasiado en lo que dice y manténgalo a la vista para mantenerlo en la tarea. Si uno de tus mejores empleados se equivoca y tiene una buena razón para ello, descuídalo.
Termina con una nota positiva. Dale las gracias por hablar contigo y menciona algo bueno que haya hecho recientemente. Esto hace maravillas para aumentar la moral y disminuye la posibilidad de que tengas que reprenderlo nuevamente.
Consejos
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Cálmate antes de reprender a un empleado. Si acaba de enterarse de algo que el empleado cometió una falta, tómese un tiempo para calmarse antes de discutirlo con él. Mantener una buena relación con sus empleados es una buena idea. Sea amigable pero no dé la impresión de que pueden salirse con la suya con lo que quieran. Hay una línea muy fina entre ser demasiado indulgente y ser el jefe perfecto.
Advertencia
Evite hablar con el empleado. Esto solo la avergonzará y herirá sus sentimientos. Sólo conducirá a una disminución de la productividad o un arrebato físico. Observe su tono, ya que puede generar tanto impacto, si no más, que sus palabras reales.