La innovación se promociona ampliamente como un valor que vale la pena perseguir o incluso como una cura corporativa. Los innovadores exitosos tienen una mística especial como impulsores del cambio y el progreso en nuestra sociedad. Sin embargo, la innovación también es costosa, difícil y perjudicial. Antes de presionar por la innovación en todo momento en todos los ámbitos, vale la pena considerar tanto los costos como los beneficios de la innovación para que los innovadores puedan ubicarse estratégicamente en la organización.
Desventajas internas
Las desventajas más obvias que los innovadores crean ocurren dentro de sus propias organizaciones o departamentos. Buscar nuevas soluciones requiere experimentación, fallas y, por lo tanto, altos costos con un rendimiento incierto. Además, la innovación altera los patrones existentes y puede causar una caída significativa en la productividad y la moral a medida que los trabajadores se ajustan a la innovación. Si la nueva idea realmente será una mejora a largo plazo, esto puede valer la pena, pero la innovación constante por sí misma puede evitar que una empresa encuentre su ritmo.
Desventajas externas
Los innovadores pueden causar interrupciones en el mundo exterior. Cambiar la forma en que funciona una empresa puede desglosar las relaciones existentes con proveedores, socios comerciales o clientes. Demasiado cambio en un tiempo demasiado corto puede causar una pérdida de consistencia o credibilidad, especialmente si la naturaleza y el propósito de la innovación se comunican de manera deficiente. Los innovadores pueden ser especialmente problemáticos si insisten en el valor de una idea que el resto de la compañía se niega a implementar. Las consecuencias pueden ir desde argumentos de pérdida de tiempo hasta desestabilizar fundamentalmente a la empresa.
Ventajas externas
Al mismo tiempo, los innovadores hábiles pueden dejar a los competidores en el polvo redefiniendo completamente el mercado. Ya sea creando nuevos productos y servicios, agregando eficiencia a los procesos existentes o incluso creando mercados completamente nuevos, los innovadores tienen el potencial de mejorar radicalmente la efectividad y la rentabilidad de sus empresas. Además, un innovador altamente visible e inspirador (piense en Steve Jobs) puede convertirse en un símbolo de la empresa y aumentar personalmente el reconocimiento de la marca y la lealtad del cliente al ofrecer constantemente mejoras excepcionales.
Ventajas internas
Más allá de las ventajas obvias del aumento de la eficiencia, el progreso tecnológico o las contribuciones sociales, el efecto de un innovador hábil en la cultura de una empresa puede ser monumental. Los innovadores que entienden cómo inspirar y capacitar a otros pueden comenzar a cultivar una mentalidad corporativa que fomente la propiedad personal, la creatividad y la contribución. La innovación por sí misma puede ser costosa y confusa, pero las ideas útiles que se aplican hábilmente pueden redefinir un negocio, una industria o incluso la sociedad en general.