Barreras al entrenamiento efectivo

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Anonim

Las empresas gastan miles de millones de dólares cada año en capacitación corporativa - $ 70 mil millones en los Estados Unidos solo en 2013 - pero eso no significa que la inversión esté pagando dividendos. Un programa de capacitación mal pensado puede ser contraproducente al retirar a los trabajadores de la oficina y no difundir información útil. Evite las barreras comunes a la capacitación efectiva para aprovechar al máximo su inversión en el desarrollo de la fuerza laboral.

Aplicación en el lugar de trabajo

Es beneficioso para los trabajadores aprender nuevas habilidades, pero si no se relacionan con las metas y los objetivos comerciales, probablemente no valga la pena el gasto para la empresa o el tiempo que la capacitación lleva a los empleados fuera de sus escritorios. Vincular la capacitación directamente a las necesidades comerciales y los objetivos del plan de desarrollo de los empleados puede ser la clave para lograr la participación de los empleados. Si la capacitación no se relaciona con los deberes del empleado, o si un empleado no anticipa el uso de la información una vez que finalice la capacitación, es poco probable que tenga un efecto duradero.

Gestión de compra

Muchas compañías hacen que la capacitación sea una parte necesaria del desarrollo de los empleados, asegurando que los empleados reciban la información requerida sobre temas éticos, capacitación en diversidad o procedimientos corporativos específicos. Sin embargo, si los gerentes no ponen énfasis en eso, o lo tratan como una pérdida de tiempo, es probable que los empleados sigan su ejemplo y adopten una actitud indiferente hacia esos cursos. Además, el gasto en capacitación tiende a rastrear la economía: cuando los tiempos son difíciles, los fondos para el desarrollo de la fuerza laboral tienden a estar en riesgo. Una empresa que trata la capacitación como un recurso desechable no alienta a su fuerza laboral a dedicar tiempo a ella.

Falta de compromiso

Los capacitadores corporativos generalmente permiten descansos frecuentes que les permiten a los participantes comunicarse con la oficina según sea necesario. Sin embargo, si la mente colectiva del aula está en su bandeja de entrada en lugar de en PowerPoint, es probable que la capacitación no sea efectiva. Los capacitadores deben exigir a los participantes que se comprometan a permanecer comprometidos cuando la clase está en sesión, y evitar generar una situación en la que los participantes estén constantemente desfilando dentro y fuera de clase gracias a los teléfonos celulares que suenan.

Métricas inadecuadas

Las empresas pueden disminuir las probabilidades de que su capacitación sea inefectiva si realizan un seguimiento y miden las indicaciones de éxito. Juzgar la efectividad de un programa de capacitación simplemente por la cantidad o el porcentaje de empleados que lo completaron, por ejemplo, convierte un programa de capacitación en un ejercicio de verificación de caja. Una empresa debe determinar de antemano lo que constituye un éxito para un programa de capacitación, por ejemplo, el porcentaje de empleados que usan esa capacitación en su trabajo, o los exámenes de certificación aprobados, y luego medir los resultados basándose en criterios y estándares preestablecidos.