La capacidad de una empresa para producir bienes y servicios está determinada por la cantidad de capital que ha invertido en las herramientas, maquinaria, edificios y otros activos necesarios para sus operaciones. Cuando los propietarios aumentan el capital invertido al reinvertir las ganancias o al obtener más dinero de los inversionistas, se crea la oportunidad de aumentar la capacidad productiva del negocio. Es decir, un aumento en la inversión neta hace posible que la empresa expanda sus operaciones y aumente sus ingresos.
Inversión neta e inversión bruta
La cantidad total de capital que una empresa invierte en sus operaciones generalmente se denomina inversión bruta. Sin embargo, el valor de muchos tipos de activos disminuye con el tiempo a medida que envejecen o se vuelven obsoletos. Esta disminución en el valor se llama depreciación. Equipos de producción, vehículos y edificios son ejemplos de activos que se deprecian. No todos los activos de capital se deprecian. Por ejemplo, los terrenos que son propiedad de una empresa pueden mantener su valor y hasta pueden apreciarse. La inversión neta toma en cuenta la depreciación, por lo que es una medida más precisa de la cantidad que una empresa está invirtiendo en sí misma que la inversión bruta.
La importancia de la inversión neta
A veces un negocio tiene un mal año y pierde dinero. Los propietarios pueden tener que reducir o incluso suspender las compras de activos de capital. La depreciación puede hacer que el valor global de la empresa disminuya, lo que resulta en una inversión neta negativa. Esta disminución se puede revertir si la suerte de la empresa mejora, por lo que una pérdida de valor a corto plazo debido a la depreciación no es necesariamente una amenaza para la viabilidad de la empresa. Sin embargo, si la falta de capital de inversión persiste, puede llevar a problemas importantes. Los edificios y equipos envejecen y requieren más mantenimiento. La maquinaria de producción puede volverse menos productiva u obsoleta. Con el tiempo, el negocio se volverá menos competitivo si no se realizan inversiones. En general, una empresa necesita invertir al menos el dinero suficiente para compensar la depreciación.
Determinando la depreciación
Antes de poder calcular la inversión neta, debe conocer el monto de la depreciación que se produjo durante el período contable anterior. Supongamos que la empresa compró equipos por $ 500,000 que tienen una vida útil esperada de 15 años y un valor residual proyectado de $ 50,000. Para determinar el monto de la depreciación utilizando el método de línea recta, primero reste el valor residual del precio de compra de $ 500,000, dejando $ 450,000. Divida por 15 años para calcular el monto de la depreciación de $ 30,000 por año.
Cálculo de la inversión neta
Una vez que haya calculado la depreciación de cada activo de capital, sume los montos y reste el total de la inversión bruta del período. Por ejemplo, si las asignaciones totales de depreciación llegan a $ 100,000 y la empresa tuvo una inversión bruta de $ 500,000, la inversión neta es igual a $ 500,000 menos $ 100,0000 o $ 400,000.
