El control de calidad es un proceso estructurado diseñado para garantizar que un producto o servicio en particular sea satisfactorio tanto para el cliente como para la empresa. El control de calidad se puede usar para analizar un producto o proceso y verificar que se cumplan ciertos estándares de la compañía. Si es necesario, un producto o servicio puede detenerse por no cumplir con los estándares de control de calidad establecidos previamente por la compañía hasta que se resuelva el problema. Hacer cumplir un estricto control de calidad conduce a un negocio exitoso.
La satisfacción del cliente
Al adherirse a los estándares de control de calidad de la empresa, se garantiza que los productos o servicios que se producen son satisfactorios para el cliente previsto. El control de calidad es el método responsable de detectar errores que, de lo contrario, podrían llevar a un retiro de productos, lesiones a los empleados o una demanda. También es el método responsable de asegurar la satisfacción del cliente.
Certeza financiera
La administración de un negocio con un sistema confiable de control de calidad implementado garantiza una producción, entrega y ventas consistentes. Al operar bajo y adherirse a un conjunto dado de pautas de control de calidad, se genera un patrón confiable de expectativas a lo largo del tiempo, lo que lleva a una planificación más precisa en términos de costos de producción y gastos generales.
Empleados
El control de calidad afecta a los empleados tanto como cualquier otra cosa. Si bien es responsabilidad de los empleados adherirse a las pautas de control de calidad de la producción, también son responsables de conducirse de una manera consistente con los protocolos de control de calidad de la compañía. Un empleado poco capacitado o mal informado puede llevar a serias deficiencias en la producción. El hecho de que la capacitación y supervisión de los empleados esté o no bajo el paraguas de control de calidad de una empresa se basa en las políticas de negocios individuales.
