El derecho de un constituyente de los EE. UU. A "solicitar al gobierno una reparación de quejas" está consagrado en la Primera Enmienda. Sin embargo, ponerse en contacto con cualquiera de los 535 miembros votantes del Congreso o de los 49 comités del Congreso por carta no tiene que ser solo para corregir errores. Es una estrategia efectiva para involucrar a legisladores poderosos en el patrocinio, la formulación de políticas y el trato con agencias federales. Dado el considerable volumen de correspondencia que llega al Congreso, se recomienda un enfoque formal y estrechamente enfocado para obtener resultados favorables.
Cómo escribir un congresista
Un constituyente puede optar por escribir a un congresista para resolver un problema personal, local o nacional. Si el problema se relaciona con una persona o área específica, es mejor dirigirse al congresista que representa a esa circunscripción e idealmente, primero habrá intentado buscar una reparación a nivel estatal o local. Sin embargo, no hay restricciones para escribir a un congresista fuera de su circunscripción. El sitio web de la Cámara de Representantes proporciona una manera sencilla de encontrar a su representante local del congreso, mientras que GovTrack mantiene una base de datos de búsqueda de todos los proyectos de ley que actualmente pasan por el Congreso, junto con sus patrocinadores.
Al encontrar al destinatario correcto, prepare una carta breve, formal y respetuosa que establezca quién es usted, sus credenciales sobre el asunto en cuestión, información específica sobre el tema y qué acciones adicionales prevé. Las cartas deben dirigirse a “El Honorable Sr./Sra. Apellido, "con" Estimado Representante / Senador "como el saludo, aunque" Estimado Sr./Sra. "También es aceptable. Toda la correspondencia dirigida al Congreso se ingresa en el sistema de gestión de constituyentes y se pone a disposición como registro público. Tenga en cuenta que una carta a un congresista no es privada.
Por qué necesitarías escribir un congresista
Escribir un congresista garantiza que su carta será registrada y dirigida. Una llamada telefónica o un correo electrónico pueden ser más rápidos, pero ambos sistemas pueden inundarse durante períodos de crisis. Dicho esto, el Senado recibió más de seis millones de cartas solo en 2016, y cada una de ellas debe pasar una evaluación de seguridad, por lo que el correo puede ser menos efectivo para asuntos urgentes o campañas masivas. Debido a que el servicio constituyente registra cada letra, hay al menos un registro público sobre el problema. Además, una carta establece un contexto más formal para la correspondencia y permite al remitente incluir documentación relevante que respalde la apelación. Por la misma razón, es mejor mantener cada letra en un solo tema para que sea más fácil para el congresista tratarla en forma exhaustiva y efectiva.
¿Por qué asociarse con un congresista?
Comprometer el apoyo de un congresista puede ser por razones cívicas o políticas. Como legisladores, tienen el poder de interceder y defender asuntos como el Seguro Social, IRS, Inmigración y otras batallas de agencias federales. El patrocinio de un congresista también es beneficioso al nominar a un candidato para las academias militar, naval, de la Fuerza Aérea o de la Marina Mercante de los Estados Unidos, o al solicitar una guardia de honor para un funeral veterano. Un congresista también puede asesorar y colaborar en la obtención de subvenciones federales para una organización. Cuando el tema es político, crear conciencia sobre un tema con un congresista también es una forma proactiva de influir en la legislación. Los congresistas no se limitan a votar en los proyectos de ley. Pueden estar íntimamente involucrados en la fase de redacción y comité, por lo que siempre vale la pena alertarlos sobre preocupaciones o contraargumentos antes de que el proyecto de ley llegue a votación.