Las estrategias de toma de decisiones se caracterizan de muchas maneras. Sin embargo, hay un puñado de estrategias que se aplican específicamente a la toma de decisiones gerenciales dentro de una organización. Las decisiones en la mayoría de las empresas involucran a gerentes de todos los niveles. Además de la calidad de las decisiones tomadas, la administración debe considerar el tiempo involucrado y el impacto general en el grupo. Ninguna estrategia es perfecta. Cada uno tiene sus limitaciones.
Consenso
Las estrategias de toma de decisiones por consenso involucran a todo el grupo, permitiendo que todos tengan la oportunidad de ser escuchados. Por esta razón, la mayor limitación de la toma de decisiones por consenso es que lleva tiempo construir un verdadero consenso. El consenso no significa que todos estén de acuerdo. Más bien, el enfoque está en involucrar a todos en el proceso de toma de decisiones.
Otra desventaja es que los miembros del grupo están tentados a insinuar las técnicas de reducción de conflictos en el proceso. Los más comunes son el voto mayoritario y la negociación. Estos no deben ser utilizados; más bien, el grupo debería usar el conflicto de manera constructiva para garantizar que la toma de decisiones sea un proceso reflexivo y deliberado.
Intuitivo
La estrategia de toma de decisiones intuitiva es difícil, en el mejor de los casos, para las organizaciones. Aunque es muy rápido, no satisface la necesidad organizativa de obtener información completa. Además, el proceso no suele incluir la exploración de alternativas. Por lo tanto, si existe una solución mejor, puede que nunca se descubra. Además, la toma de decisiones intuitiva hace poco para mitigar los prejuicios personales o la discriminación sistémica.
Las decisiones intuitivas se pueden basar en gran medida en la experiencia en lugar de en algún hechizo mágico, mediante el cual un grupo o individuo puede adivinar el futuro sin el respaldo de evidencia confiable. Aun así, cuando la toma de decisiones intuitiva anula los sistemas, procesos y controles establecidos para protegerse contra la capricho humano, el resultado puede ser catastrófico, por ejemplo, préstamos incobrables para prestatarios no calificados.
Democrático
La estrategia democrática también impulsa decisiones relativamente rápidas, aunque se requiere algún tiempo para incluir a todos en el proceso. Sin embargo, la mayor limitación es que la minoría votante puede sentir poca responsabilidad por la decisión. Incluso el líder puede no sentirse responsable. Además, bajo esta estrategia, las decisiones de alta calidad dependen de un electorado informado. Si el electorado no tiene experiencia, la votación puede no producir buenas decisiones.
Autocrático
La estrategia de toma de decisiones autocrática es mejor reservada para emergencias. Cuando el valor predeterminado es autocrático, puede ser ajeno a toda la organización ya que el grupo no estuvo involucrado. Esta estrategia puede debilitar el apoyo a los líderes, ya que genera resentimiento entre las tropas.
Participativo
Las estrategias de toma de decisiones participativas pueden ser autocráticas, ya que el líder es responsable de las decisiones. Si bien el proceso solicita aportaciones e ideas de los miembros del grupo, el líder mantiene el control y lo último. El proceso puede llevar mucho tiempo y dejar a los miembros del grupo con la sensación de que sus opiniones no fueron consideradas después de todo.
Consideraciones adicionales
La cultura organizacional puede favorecer algunas opciones de toma de decisiones más que otras. Esto está por encima y más allá de cualquier desafío inherente con una estrategia particular.