Las habilidades técnicas específicas del trabajo son vitales, pero no son todo lo necesario para un buen desempeño laboral. Las habilidades blandas que se aplican en una amplia gama de trabajos son igualmente importantes para una operación comercial exitosa. Si bien la mayoría de las personas posee estas habilidades hasta cierto punto, la incorporación y la capacitación continua y el desarrollo profesional pueden ayudar a que tanto su personal como su empresa se vuelvan más fuertes.
Comunicación y colaboración
Algunas de las fortalezas más importantes de los empleados son las habilidades de las personas que hacen que cada miembro del personal sea una buena opción para el trabajo. Entre ellas se encuentra la capacidad de comunicarse, colaborar, adaptarse a un entorno cambiante y mantener una actitud positiva en todo momento, incluso cuando hay altibajos. Todos estos factores influyen en las interacciones con las partes interesadas internas y externas, que a su vez desempeñan un papel en la determinación de si su negocio seguirá siendo competitivo y productivo.
Hablando y escuchando
La capacidad de escuchar, hablar con eficacia y comunicarse oralmente y por escrito son habilidades fundamentales. Un problema común, y un área potencial de desarrollo, no radica en comprender el mensaje que debe transmitirse, sino en considerar cómo lo interpretará el receptor. La capacitación para el desarrollo de los empleados que se centra en temas de comunicación como la escucha activa, la identificación de la audiencia, la interpretación del lenguaje corporal y el hablar en público puede ayudar a su personal a desarrollar confianza, aprender nuevas habilidades y desarrollar habilidades que ya poseen.
Trabajo en equipo y resolución de conflictos.
También es vital la capacidad de trabajar con otros en persona o de forma remota para lograr un objetivo común. Esto requiere fuertes habilidades de resolución de conflictos y la capacidad de dar y aceptar críticas de manera madura y saludable. El trabajo en equipo es una oportunidad para capitalizar las habilidades que cada miembro aporta al grupo y trabajar en áreas que necesitan mejorar. Los ejercicios de creación de equipos pueden ser muy beneficiosos en el trabajo en equipo y la capacitación y el desarrollo en colaboración.
Adaptabilidad y autonomía.
La adaptabilidad cubre un amplio espectro de habilidades. Los empleados que pueden establecer prioridades, administrar su tiempo y responder bien a las condiciones cambiantes y asignaciones de trabajo están entre los más valiosos. La adaptabilidad también implica la capacidad de permanecer abierto a nuevas ideas y métodos para realizar tareas. La capacitación relacionada con el desarrollo y la mejora de las habilidades de priorización y gestión del tiempo es vital para crear una fuerza laboral adaptable. Esta área también se basa en el carácter interno de un empleado, ya que se relaciona con cosas como la responsabilidad, el comportamiento ético y el respeto por la diversidad. Si bien la capacitación formal puede ser útil para sentar las bases, la mentoría y el liderazgo con el ejemplo también son críticos.
