La mejor manera de describir el enfoque prescriptivo de la gestión estratégica es contrastarlo con el enfoque emergente. Lo primero implica identificar los elementos principales de una estrategia y su objetivo deseado al comienzo del proceso de planificación. Con este último enfoque, los objetivos deseados no están predeterminados. En su lugar, evolucionan a medida que se completan los diversos pasos en la planificación.
Enfoque prescriptivo
El decisor estratégico, si no el director ejecutivo, entonces alguien cercano a él, establece los objetivos estratégicos en un enfoque prescriptivo. Luego se difunden en toda la organización. Al igual que con las órdenes militares de marcha, el enfoque prescriptivo es "de arriba abajo". La principal ventaja de este enfoque es que los objetivos están claramente definidos, y toda la organización tiene el mismo entendimiento de ellos. La desventaja obvia es que tiende a ser rígido y no responde a los desafíos y oportunidades que a menudo surgen desde adentro.
Estrategia emergente
Usando el enfoque emergente, aquellos en la organización más cercana a sus clientes tienen aportes para determinar los objetivos estratégicos. Es "de abajo hacia arriba". Una estrategia emergente está diseñada para ser flexible y receptiva a los cambios en el entorno competitivo. A medida que se presenta nueva información, la organización ajusta su estrategia sobre la marcha. La mayor desventaja del enfoque emergente es que, a menos que se aproveche adecuadamente, puede llevar a la confusión y dar lugar a que diferentes facciones dentro de la organización tiren en diferentes direcciones.