Como cualquier industria, el sector de camiones y transporte abarca empresas con diferentes niveles de solidez financiera. Si bien algunas métricas únicas se pueden usar para medir compañías de camiones, las finanzas de la industria se pueden juzgar en base a métricas similares a las que se usan para otras compañías. En última instancia, una empresa de camiones fuerte tiene ganancias saludables y su deuda está bajo control.
Ratios de deuda
El rendimiento relativo a la deuda es una medida clave de la fortaleza financiera de una empresa de transporte. El deporte más fuerte es un índice de flujo de efectivo-deuda del 60 por ciento o más. En otras palabras, tienen al menos $ 6 millones en flujo de efectivo operativo por cada $ 10 millones en deuda. Las compañías de segundo nivel tienen un índice de flujo de efectivo-deuda entre 30 por ciento y 60 por ciento. La forma en que las ganancias de una empresa de transporte antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) se relacionan con sus gastos en intereses también es vital. Los mejores tienen un EBITDA que es 10 veces su pago de intereses, mientras que el EBITDA del segundo nivel es entre 7 y 10 veces más pagos.
Ratios de Capital y Equidad
Tener una relación deuda-capital entre 20 por ciento y 30 por ciento es la marca de una empresa de camiones fuerte, con una calificación muy alta de aquellos por debajo del 20 por ciento. Aquellos cuyas deudas superan el 60 por ciento de su deuda total combinada y su capital, sin embargo, generalmente son consideradas hermanas débiles financieramente. Si bien los márgenes de ganancia son importantes, una de las métricas más importantes es el retorno de la inversión (ROI), la ganancia que una empresa genera en relación con el capital invertido. Un rendimiento de la inversión del 14 por ciento o más es altamente deseable para una compañía de camiones, mientras que el segundo nivel de compañías se ubica entre el 9 por ciento y el 14 por ciento en el rendimiento de la inversión.
Proporciones de kilometraje
Dado que la industria del transporte por carretera recorre en cierta medida las millas conducidas por dólares pagados, las proporciones basadas en el kilometraje pueden ser herramientas útiles para analizar el rendimiento. El costo por milla se calcula dividiendo los gastos operativos totales por las millas recorridas durante un período determinado, mientras que los ingresos por milla se pueden determinar al dividir el ingreso bruto por las millas recorridas. La diferencia puede ser una forma útil de examinar si una empresa puede expandir su negocio y usar la infraestructura existente de manera más efectiva.
Factores de riesgo
Un factor clave que afecta la rentabilidad de una empresa de transporte por carretera es el costo del combustible. Si bien las mejores empresas mitigan ese gasto con flotas avanzadas o precios basados en el combustible, las consecuencias siguen siendo inevitables. Las compañías más fuertes disfrutan de posiciones sólidas con respecto a los principales puertos y centros de transporte, lo que aumenta la probabilidad de que puedan retener y atraer clientes.