La contaminación industrial es un problema global. Todos los días, las empresas desechan materiales tóxicos y liberan desechos que afectan el medio ambiente, incluido el aire, el agua y el suelo. En todo el mundo, más del 80 por ciento del agua del grifo contiene fibras plásticas. En 2016, más de 3,86 millones de toneladas de amoníaco se liberaron en el aire. Las descargas químicas industriales son responsables de millones de muertes en todo el mundo. Los gobiernos y las organizaciones están buscando formas de reducir la contaminación industrial y promover la sostenibilidad.
La contaminación industrial de un vistazo
La tecnología ha avanzado enormemente en las últimas dos décadas. Hoy en día, tenemos acceso a más productos y servicios que nunca. Sin embargo, la misma tecnología que nos facilita la vida contribuye a la contaminación, afectando nuestra salud y el medio ambiente.
Las plantas industriales, fábricas, barcos, laboratorios de investigación y otras empresas desechan productos químicos o emiten subproductos dañinos al medio ambiente. Los dióxidos de azufre, los óxidos nitrosos, el monóxido de carbono y los compuestos orgánicos volátiles se encuentran entre los contaminantes más comunes. Estas sustancias terminan en los alimentos que comemos, el aire que respiramos y el agua que bebemos.
Por ejemplo, se espera que las emisiones de dióxido de carbono por persona sean de alrededor de 13.3 toneladas métricas solo en los EE. UU. Para 2050. En 2017, más del 63 por ciento de los estadounidenses han expresado su preocupación por la contaminación del agua potable. Aproximadamente el 47 por ciento está preocupado por la contaminación del aire. A nivel mundial, más de 2 mil millones de personas no tienen acceso a agua potable segura.
Como propietario de un negocio, es su responsabilidad implementar prácticas de control de la contaminación industrial dentro de su organización. Las cosas simples, como clasificar la basura en diferentes contenedores e invertir en equipos que ayudan a reducir los desechos, pueden marcar la diferencia. Si no sabe por dónde empezar, consulte los programas ambientales locales y nacionales diseñados para ayudar a las empresas a reducir las emisiones y minimizar el desperdicio.
Maneras de reducir la contaminación industrial
La prevención y el control de la contaminación industrial son altamente alentados por los gobiernos de todo el mundo. El gobierno de los Estados Unidos, por ejemplo, cobra un impuesto al carbono y subvenciona fuentes alternativas de energía, como la energía solar. Las empresas en ciertas industrias están obligadas a obtener permisos de contaminación. Además, las organizaciones que disminuyen las emisiones por debajo de su tasa especificada obtienen créditos de reducción de emisiones y otros incentivos.
Hay un par de cosas que todas las empresas pueden hacer para reducir su huella de carbono y proteger el medio ambiente. Si es propietario de una pequeña empresa, por ejemplo, puede comprar equipos de eficiencia energética para su organización y elegir suministros de oficina y otros productos hechos de materiales reciclados.
Anime a su personal a usar el transporte público o las bicicletas para su viaje diario. Otra opción es hacer arreglos para que un autobús los recoja para que no tengan que conducir al trabajo y regresar a casa. Considere unirse a programas voluntarios, como SmartWay de la Agencia de Protección Ambiental, para conocer las prácticas de control de la contaminación industrial más efectivas y cómo implementarlas en su organización. Las compañías que se inscribieron en el SmartWay de la EPA ahorraron 215.4 millones de barriles de petróleo y $ 29.7 mil millones en costos de combustible desde 2004.
Dependiendo de su industria, considere el uso de materiales alternativos para el revestimiento, limpieza y otros procesos para reducir las emisiones y los desechos del aire. Edite y guarde los documentos de su negocio en la computadora en lugar de imprimir copias impresas. Trate de determinar si su equipo se puede ajustar para utilizar materiales de manera más eficiente. Tenga implementadas políticas de control de la contaminación industrial, especialmente si opera una fábrica o planta de producción.
Desarrollar un programa de sostenibilidad empresarial.
Compañías exitosas como Apple, IKEA, Hewlett-Packard, Starbucks y Google tienen una cosa en común: todas apoyan la sostenibilidad ambiental y tienen estrictas prácticas de control de la contaminación industrial. Como propietario de una pequeña empresa, puede hacer lo mismo y desarrollar un programa de sostenibilidad corporativa al que todos los empleados deben adherirse.
Comience por definir sus valores en torno a la sostenibilidad. Establezca metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos específicos en esta área y asigne una persona para monitorear las iniciativas ambientales de la compañía. Cambie gradualmente a recursos renovables e implemente prácticas de gestión de residuos. Incluso pequeños cambios, como reutilizar cajas de cartón, apagar su equipo cuando no está en uso y rastrear la cantidad de materiales en stock pueden aumentar sus esfuerzos de sostenibilidad.