Los efectos de la estructura organizativa en el comportamiento provienen de varias fuentes diferentes. La forma en que están estructuradas las relaciones de información define quién toma las decisiones. La forma en que se planifican los procesos de flujo de trabajo afecta a quién está involucrado y quién es responsable del producto o servicio final. Dado que las recompensas de los empleados, como las promociones y los aumentos de sueldo, pueden estar vinculadas al rendimiento, la estructura organizativa es, de manera realista, el factor de control.
Decisiones altas; Baja moral
Si la estructura organizativa está diseñada para que los gerentes superiores tomen las decisiones, el crédito por las soluciones y la resolución creativa de problemas permanece en la parte superior. Los empleados que realmente están haciendo el trabajo pueden sentir que esta estructura de informes es injusta. La falta de reconocimiento a nivel de los empleados podría resultar en una baja moral y falta de motivación creativa.
Políticas rígidas; Lax Performance
Las estructuras organizativas que tienen políticas rígidas pueden resultar en un rendimiento laxo. Los empleados quieren saber que son de confianza y apreciados. Si las políticas son demasiado rígidas, puede enviar un mensaje negativo de desconfianza y sospecha. A cambio, los empleados pueden volverse relajados en su calidad de trabajo y adoptar problemas de asistencia y tardanzas.
Trato injusto; Disminución de la lealtad
Cuando los empleados perciben un trato injusto, pueden experimentar una disminución en la lealtad. Además, el hecho de ser elegido para cosas que otros no están obligados a hacer puede llevar a una menor autoestima. Los empleados pueden comenzar a preocuparse menos por sus trabajos y demostrar una actitud negativa. Algunas situaciones injustas pueden llevar a problemas de auto-terminación o legales.