El aprendizaje eficaz en el lugar de trabajo es para muchos negocios un aspecto clave para aumentar la productividad y mantener una ventaja competitiva. El entorno de aprendizaje incluye tanto las actividades planificadas como el aprendizaje que se produce naturalmente, a medida que los empleados interactúan entre sí. Esto hace que sea vital para los recursos humanos y los gerentes de departamento trabajar juntos para identificar y superar los factores que pueden demorar, desviar o impedir que se produzca un aprendizaje efectivo.
Mentalidad y estilo de gestión.
Un ambiente donde el miedo, la ansiedad, la intimidación o la desconfianza son altos desalienta la colaboración, inhibe el trabajo en equipo y puede llevar a situaciones de conflicto, que a su vez pueden crear barreras para el aprendizaje. Esto ocurre más a menudo con un estilo de liderazgo autocrático o autoritario en el que los gerentes toman decisiones sin pedir aportes y supervisan y controlan estrechamente a los empleados del departamento. Las comunicaciones unidireccionales, la falta de trabajo en equipo y un estilo de gestión opresivo impiden el aprendizaje de nuevas habilidades, procesos y métodos de producción.
Apoyo insuficiente de la compañía
La falta de apoyo al aprendizaje como un objetivo de toda la empresa puede crear barreras que pueden afectar el éxito a largo plazo. No se puede negar que proporcionar capacitación inicial y continua a los empleados, que a menudo requiere mucho tiempo y recursos, puede ser un desafío para los propietarios de pequeñas empresas, al menos en el corto plazo. Sin embargo, las actitudes se mantienen, y sus empleados pueden estar menos dispuestos a tomar el aprendizaje en serio si sienten que la administración considera que la educación y la capacitación son un inconveniente necesario en lugar de una oportunidad para que la empresa y sus empleados mejoren.
Centrarse en la formación, no en el aprendizaje
Aunque la capacitación planificada proporciona información, la presentación de información y el aprendizaje son a menudo dos cosas diferentes. Sin práctica y actividades de seguimiento tales como evaluaciones y retroalimentación, es posible que el aprendizaje nunca se lleve a cabo. Esto es especialmente cierto con el entrenamiento de habilidades blandas y cuando se enseñan habilidades duras que requieren un cambio significativo de los procesos o requisitos actuales. La enseñanza que no proporciona un seguimiento adecuado no solo es una barrera para el aprendizaje en el lugar de trabajo, sino también un desperdicio de recursos financieros.
Instructores inexpertos o no calificados
Los programas de capacitación en el trabajo, formales y mal diseñados, pueden aumentar el tiempo que lleva aprender un nuevo material o dominar una nueva habilidad. Por ejemplo, una pequeña empresa podría no tener los recursos financieros para contratar a un capacitador de servicio al cliente dedicado y, en cambio, delegar las tareas de capacitación a un empleado que podría tener buenas habilidades de servicio al cliente pero carece de la capacidad de capacitar a otros empleados. Con la capacitación en el trabajo, un ambiente estresante y compañeros de trabajo impacientes pueden crear barreras significativas para el aprendizaje.
